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Isaías 61:1 NTV El Espíritu del SEÑOR Soberano está sobre mí, porque el SEÑOR me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad.
Vemos que Jesús leyó estas palabras en la sinagoga y (Lucas 4:21 NTV) Después comenzó a decirles: «La Escritura que acaban de oír ¡se ha cumplido este mismo día!». Y es hermoso ver como la palabra se cumple en nuestras vidas cada vez que la leemos, o al menos esa es la intensión que hay en ella, que la llevemos a la práctica y la hagamos real en nuestra cotidianidad.
A veces necesitamos ser parte de la sanidad y la restauración de quienes están a nuestro alrededor y como lo dice el verso, siempre estamos llamados a llevar buenas nuevas en ves de problemas, a llevar consuelo en ves de mas opresión, a detenernos en medio de los quebrantos de los demás y simplemente pedirle a Dios dirección sobre lo que quiere que hagamos.
Así mismo, estamos llamados a traer libertad por medio del perdón, libertad renunciando a las culpas y a inculpar, pues como lo dice le verso muchos de nosotros estamos prisioneros del juicio de los demás o estamos siendo carceleros de muchos otros, llenándolos de juicio; y necesitamos de manera urgente que nos pongan en libertad y que nosotros mismos dejemos en libertad; pues (Salmos 147:3 NTV) Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas.
Vamos a orar.
Perdóname Señor, que difícil ha sido comprender las complejidades de las relaciones y las maneras como, sin darnos cuenta dejamos de hacer viva, real y práctica tu palabra, ayúdame a sanar todas las heridas del corazón y las heridas que yo mismo he dejado en los demás por mi juicio y mi crueldad, enséñame Señor, quita de mi todo aquello que estorbe a la realización de tu voluntad en mi vida y ayúdame a ser la persona que tu diseñaste para que fuera, en el nombre de Jesús, amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 8 Agosto. Sanidad y Restauración.
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Isaías 61:1 NTV El Espíritu del SEÑOR Soberano está sobre mí, porque el SEÑOR me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad.
Vemos que Jesús leyó estas palabras en la sinagoga y (Lucas 4:21 NTV) Después comenzó a decirles: «La Escritura que acaban de oír ¡se ha cumplido este mismo día!». Y es hermoso ver como la palabra se cumple en nuestras vidas cada vez que la leemos, o al menos esa es la intensión que hay en ella, que la llevemos a la práctica y la hagamos real en nuestra cotidianidad.
A veces necesitamos ser parte de la sanidad y la restauración de quienes están a nuestro alrededor y como lo dice el verso, siempre estamos llamados a llevar buenas nuevas en ves de problemas, a llevar consuelo en ves de mas opresión, a detenernos en medio de los quebrantos de los demás y simplemente pedirle a Dios dirección sobre lo que quiere que hagamos.
Así mismo, estamos llamados a traer libertad por medio del perdón, libertad renunciando a las culpas y a inculpar, pues como lo dice le verso muchos de nosotros estamos prisioneros del juicio de los demás o estamos siendo carceleros de muchos otros, llenándolos de juicio; y necesitamos de manera urgente que nos pongan en libertad y que nosotros mismos dejemos en libertad; pues (Salmos 147:3 NTV) Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas.
Vamos a orar.
Perdóname Señor, que difícil ha sido comprender las complejidades de las relaciones y las maneras como, sin darnos cuenta dejamos de hacer viva, real y práctica tu palabra, ayúdame a sanar todas las heridas del corazón y las heridas que yo mismo he dejado en los demás por mi juicio y mi crueldad, enséñame Señor, quita de mi todo aquello que estorbe a la realización de tu voluntad en mi vida y ayúdame a ser la persona que tu diseñaste para que fuera, en el nombre de Jesús, amen.
MIguel Montes