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Habacuc 2:14 NVI
Porque así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del SEÑOR.
Después de leer este verso, inmediatamente recordé lo que dijo el soldado romano en el momento en que Jesús entregó su vida en la cruz y se rasgó el velo del templo y tembló la tierra….”verdaderamente este era el hijo de Dios” (Mateo 27:54) y pienso que ojalá no le pase a muchas personas en la segunda venida, como el cumplimiento de esta palabra de Habacuc que después de tanto decirles y hablarles de la salvación por medio de Jesús y de la vida eterna, solo puedan decir “verdaderamente este era el hijo de Dios”.
A diferencia de la exaltación egoísta de los caldeos, cuyos esfuerzos eran inútiles, en este episodio que narra Habacuc, Dios prometió que la tierra entera reconocería su gloria al quedar establecido su reino milenario y la verdad yo creo lo que dice esta palabra, pues evidentemente toda la tierra llegará a conocer la palabra de Dios y que Jesús es el camino, la verdad y la vida, pero como a los soldados romanos, seguramente muchos aun después de haber escuchado, solamente hasta el final podrán reconocer que se trataba de la gloria de Dios…
La verdad no se en cual de los listados te quieras inscribir hoy, en el de los soldados que hasta el último momento y después de conocerlo no lo reconocieron, o en el listado de los que anhelamos vivir esta vida a su lado y esperar las dichas que la eternidad tiene planeada para todos nosotros.
vamos a orar…
Amado Señor, yo te pido perdón por mi incredulidad y por las múltiples ocasiones en que al igual que el soldado romano, dudé de ti, de tu poder y gracia…hoy reconozco que no ha sido mas que arrogancia mía no aceptar tu palabra ni mucho menos tu regalo de salvación y por eso decido hoy entregarte mi vida, pues reconozco que tu eres mi salvador y mi Señor, Porque «así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del SEÑOR» (Habacuc 2:14 NVI) y todo esto te lo pido y oro con fe, en el nombre de Jesús, amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 5 Mayo, La tierra entera reconocerá su gloria..
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Habacuc 2:14 NVI
Porque así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del SEÑOR.
Después de leer este verso, inmediatamente recordé lo que dijo el soldado romano en el momento en que Jesús entregó su vida en la cruz y se rasgó el velo del templo y tembló la tierra….”verdaderamente este era el hijo de Dios” (Mateo 27:54) y pienso que ojalá no le pase a muchas personas en la segunda venida, como el cumplimiento de esta palabra de Habacuc que después de tanto decirles y hablarles de la salvación por medio de Jesús y de la vida eterna, solo puedan decir “verdaderamente este era el hijo de Dios”.
A diferencia de la exaltación egoísta de los caldeos, cuyos esfuerzos eran inútiles, en este episodio que narra Habacuc, Dios prometió que la tierra entera reconocería su gloria al quedar establecido su reino milenario y la verdad yo creo lo que dice esta palabra, pues evidentemente toda la tierra llegará a conocer la palabra de Dios y que Jesús es el camino, la verdad y la vida, pero como a los soldados romanos, seguramente muchos aun después de haber escuchado, solamente hasta el final podrán reconocer que se trataba de la gloria de Dios…
La verdad no se en cual de los listados te quieras inscribir hoy, en el de los soldados que hasta el último momento y después de conocerlo no lo reconocieron, o en el listado de los que anhelamos vivir esta vida a su lado y esperar las dichas que la eternidad tiene planeada para todos nosotros.
vamos a orar…
Amado Señor, yo te pido perdón por mi incredulidad y por las múltiples ocasiones en que al igual que el soldado romano, dudé de ti, de tu poder y gracia…hoy reconozco que no ha sido mas que arrogancia mía no aceptar tu palabra ni mucho menos tu regalo de salvación y por eso decido hoy entregarte mi vida, pues reconozco que tu eres mi salvador y mi Señor, Porque «así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del SEÑOR» (Habacuc 2:14 NVI) y todo esto te lo pido y oro con fe, en el nombre de Jesús, amen.
MIguel Montes