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Abdías 1:3 NVI
Tu carácter soberbio te ha engañado. Como habitas en las hendiduras de los desfiladeros, en la altura de tu morada, te dices a ti mismo: ¿Quién podrá arrojarme a tierra?
El orgullo es uno de los pecados mas comunes y recurrentes en los seres humanos, cuando levantamos la ceja, aun en silencio, solo debemos tener cuidado de que el orgullo no se esté subiendo de nuevo a ese lugar de la cabeza donde no debe habitar.
En el libro de Abdias, vemos el orgullo del pueblo de Edom, por la devastación de Israel….ellos pensaron que eran superiores a los demás y además de ello se reían de la calamidad de los demás….como a veces nos puede pasar a muchos cuando decimos…no me alegra…pero siento un fresquito….o cuando levantamos y levantamos esa ceja que por dentro solo nos llena de más y más orgullo y arrogancia de la que debemos tener.
Dios usa este relato en Abdias, para mostrarnos que dependemos de Él y de su amor para lograr las cosas que hemos logrado y para hacer todo lo que nos queremos proponer para nuestras vidas…….mas bien debemos ser agradecidos y no llenos de orgullo y mas bien preocuparnos por los demás, tanto como nos gustaría que se preocuparan por nosotros.
Vamos a orar..
Señor, hazme consciente de mi orgullo, no me permitas levantar la ceja, ni el dedo acusador y señalador que me hace sentir mas o mejor que los demás…solo tu lo puedes hacer en mi, pues conoces mi terquedad y mi orgullo….cámbiame Señor…déjame ver todo lo bueno y despéjame de lo que me hace daño y me separa de ti….en el nombre de Jesús. Amen
Tu Tiempo con el Número Uno. 16 Febrero, La Ceja Levantada.
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Abdías 1:3 NVI
Tu carácter soberbio te ha engañado. Como habitas en las hendiduras de los desfiladeros, en la altura de tu morada, te dices a ti mismo: ¿Quién podrá arrojarme a tierra?
El orgullo es uno de los pecados mas comunes y recurrentes en los seres humanos, cuando levantamos la ceja, aun en silencio, solo debemos tener cuidado de que el orgullo no se esté subiendo de nuevo a ese lugar de la cabeza donde no debe habitar.
En el libro de Abdias, vemos el orgullo del pueblo de Edom, por la devastación de Israel….ellos pensaron que eran superiores a los demás y además de ello se reían de la calamidad de los demás….como a veces nos puede pasar a muchos cuando decimos…no me alegra…pero siento un fresquito….o cuando levantamos y levantamos esa ceja que por dentro solo nos llena de más y más orgullo y arrogancia de la que debemos tener.
Dios usa este relato en Abdias, para mostrarnos que dependemos de Él y de su amor para lograr las cosas que hemos logrado y para hacer todo lo que nos queremos proponer para nuestras vidas…….mas bien debemos ser agradecidos y no llenos de orgullo y mas bien preocuparnos por los demás, tanto como nos gustaría que se preocuparan por nosotros.
Vamos a orar..
Señor, hazme consciente de mi orgullo, no me permitas levantar la ceja, ni el dedo acusador y señalador que me hace sentir mas o mejor que los demás…solo tu lo puedes hacer en mi, pues conoces mi terquedad y mi orgullo….cámbiame Señor…déjame ver todo lo bueno y despéjame de lo que me hace daño y me separa de ti….en el nombre de Jesús. Amen
MIguel Montes