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Oseas 13:5-6 NVI
Porque yo fui el que te conoció en el desierto, en esa tierra de terrible aridez. [6] Les di de comer, y quedaron saciados, y una vez satisfechos, se volvieron arrogantes y se olvidaron de mí.
A decir verdad, Dios nos conoció a todos en medio de nuestros desiertos, en esos desiertos de ansiedad, ironía, inseguridad, mentira, envidia, arrogancia, idolatría, pereza, lascivia, ira, peleas, gritos, borracheras, lujurias, tristezas, depresiones, y como lo dice esta palabra en esa tierra de terrible aridez….
Una vez nos encontró, se dispuso a alimentarnos, a llenarnos de seguridad, de tranquilidad y de paciencia, ternura, a limpiarnos de todas esas cosas que en el desierto y en la vida se nos pegan y se vuelve tan difícil de quitar.
Todos alguna vez hemos quedado satisfechos y saciados con lo que Dios ha hecho por nosotros, pero también muchos de nosotros, una vez pasamos ese pequeño desierto y logramos salir de esa dificultad, fácilmente nos volvemos arrogantes, insensatos y otra vez nos olvidamos De Dios…
Que no le pase a usted, es casi decir, que no me vuelva a pasar, …que la próxima ves no me olvide de ti, ni me aleje de tu presencia,….Amado Señor…gracias por recatarme de mis desiertos, por alimentarme por darme de comer y sacarme adelante….hasta aquí me has traído….dame conciencia de ti siempre… cada mañana y cada tarde y cada noche y cada segundo de mi vida, para que nunca me olvide de tu fidelidad y amor…..te necesito….ven a mi vida, pues toda ella te pertenece a ti. En el nombre de Jesus te he orado. Amen
Tu Tiempo con el Número Uno…27 Enero Que no le pase a usted.
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Oseas 13:5-6 NVI
Porque yo fui el que te conoció en el desierto, en esa tierra de terrible aridez. [6] Les di de comer, y quedaron saciados, y una vez satisfechos, se volvieron arrogantes y se olvidaron de mí.
A decir verdad, Dios nos conoció a todos en medio de nuestros desiertos, en esos desiertos de ansiedad, ironía, inseguridad, mentira, envidia, arrogancia, idolatría, pereza, lascivia, ira, peleas, gritos, borracheras, lujurias, tristezas, depresiones, y como lo dice esta palabra en esa tierra de terrible aridez….
Una vez nos encontró, se dispuso a alimentarnos, a llenarnos de seguridad, de tranquilidad y de paciencia, ternura, a limpiarnos de todas esas cosas que en el desierto y en la vida se nos pegan y se vuelve tan difícil de quitar.
Todos alguna vez hemos quedado satisfechos y saciados con lo que Dios ha hecho por nosotros, pero también muchos de nosotros, una vez pasamos ese pequeño desierto y logramos salir de esa dificultad, fácilmente nos volvemos arrogantes, insensatos y otra vez nos olvidamos De Dios…
Que no le pase a usted, es casi decir, que no me vuelva a pasar, …que la próxima ves no me olvide de ti, ni me aleje de tu presencia,….Amado Señor…gracias por recatarme de mis desiertos, por alimentarme por darme de comer y sacarme adelante….hasta aquí me has traído….dame conciencia de ti siempre… cada mañana y cada tarde y cada noche y cada segundo de mi vida, para que nunca me olvide de tu fidelidad y amor…..te necesito….ven a mi vida, pues toda ella te pertenece a ti. En el nombre de Jesus te he orado. Amen
MIguel Montes