Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify |
Isaías 30:19 NVI. Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más. ¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá.
Es claro que a lo largo de nuestra vida, nos vamos a romper de muchas maneras y en muchas ocasiones, y que fácil es caer o resbalar, o recibir un golpe de esos en los que pensamos: «De esta no me voy a levantar». Pero lo mejor de todo es que el Señor sabe que, por terquedad o por inocencia, en algunos momentos de la vida vamos a sufrir decepciones por algo o pérdidas que nos van a desestabilizar.
Aun así, por si te rompes, como lo dice el verso: «¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Y tan pronto como te oiga, te responderá». Así que ya lo tienes claro: ya no llorarás más porque tienes un dueño que te guarda y te responde cuando te rompes.
Por si te rompes, acude a Él; por si te rompes, no olvides que no estás solo; por si te rompes, solo haz memoria de las múltiples ocasiones en las que te has desmoronado y solo Dios ha venido en tu rescate.
Vamos a orar.
Te amo, Señor, dueño y redentor mío. Gracias por venir a habitar en mi vida. Hoy decido buscarte a ti y descansar completamente en tu perfecto amor, que me ayuda, me salva, me limpia de todo aquello que me aparta de ti. Sé que tan pronto me escuchas, tú me respondes y puedo descansar tranquilamente en tu presencia. Amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 10 de enero. Por si te rompes.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | RSS
Isaías 30:19 NVI. Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más. ¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá.
Es claro que a lo largo de nuestra vida, nos vamos a romper de muchas maneras y en muchas ocasiones, y que fácil es caer o resbalar, o recibir un golpe de esos en los que pensamos: «De esta no me voy a levantar». Pero lo mejor de todo es que el Señor sabe que, por terquedad o por inocencia, en algunos momentos de la vida vamos a sufrir decepciones por algo o pérdidas que nos van a desestabilizar.
Aun así, por si te rompes, como lo dice el verso: «¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Y tan pronto como te oiga, te responderá». Así que ya lo tienes claro: ya no llorarás más porque tienes un dueño que te guarda y te responde cuando te rompes.
Por si te rompes, acude a Él; por si te rompes, no olvides que no estás solo; por si te rompes, solo haz memoria de las múltiples ocasiones en las que te has desmoronado y solo Dios ha venido en tu rescate.
Vamos a orar.
Te amo, Señor, dueño y redentor mío. Gracias por venir a habitar en mi vida. Hoy decido buscarte a ti y descansar completamente en tu perfecto amor, que me ayuda, me salva, me limpia de todo aquello que me aparta de ti. Sé que tan pronto me escuchas, tú me respondes y puedo descansar tranquilamente en tu presencia. Amén.
MIguel Montes