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Oseas 6:3 NTV* «¡Oh, si conociéramos al SEÑOR! Esforcémonos por conocerlo. Él nos responderá, tan cierto como viene el amanecer o llegan las lluvias a comienzos de la primavera».
Muchos de nosotros andamos buscando respuestas para un montón de situaciones: temas con los hijos, con la economía, temas de salud, de trabajo y muchas cosas más. Y, como lo dice el verso de hoy, Dios responde. Tan cierto como viene el amanecer o tan cierto como llegan las lluvias a comienzos de la primavera, Dios responde.
Sin embargo, el verso inicia con una gran exclamación que debería calarnos hasta lo profundo de los huesos: «¡Oh, si conociéramos al SEÑOR!». La verdad es que creo que este es el primer paso que necesitamos para lograr recibir lo demás o entender el propósito de Dios para nuestras vidas: conocerlo a él.
Si tan solo nos dispusiéramos para conocerlo, para saber quién es, para reconocer su nombre y no solo su nombre, sino también su incomparable poder, nuestras vidas serían algo totalmente diferente a lo que podemos tener.
Por eso dice el verso, si le prestamos atención a cada una de las palabras escritas: «Esforcémonos por conocerlo». Y lo dice de esta manera porque realmente constituye un esfuerzo para muchos de nosotros disponer la mente, el corazón y la voluntad para conocer a Dios y su voluntad para nuestras vidas.
Por eso, hoy la mejor decisión que puedes tomar es la de decididamente dedicarte a conocer a Dios, pues en la medida en que lo hagas, vas a encontrar todas las respuestas que necesitas.
Vamos a orar:
Te amo, Señor, y te necesito, más de lo que puedo imaginar y pedir. Ven a mi vida, ayúdame a conocerte más y más cada día de mi vida, pues solo si te conozco, podré entender tu voluntad para mi vida y encontrar las respuestas que necesito para seguir viviendo. Decido conocerte y amarte, con todas mis fuerzas, con toda mi alma y con todo mi corazón, en el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4ª temporada, 17 de diciembre. El responde.
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Oseas 6:3 NTV* «¡Oh, si conociéramos al SEÑOR! Esforcémonos por conocerlo. Él nos responderá, tan cierto como viene el amanecer o llegan las lluvias a comienzos de la primavera».
Muchos de nosotros andamos buscando respuestas para un montón de situaciones: temas con los hijos, con la economía, temas de salud, de trabajo y muchas cosas más. Y, como lo dice el verso de hoy, Dios responde. Tan cierto como viene el amanecer o tan cierto como llegan las lluvias a comienzos de la primavera, Dios responde.
Sin embargo, el verso inicia con una gran exclamación que debería calarnos hasta lo profundo de los huesos: «¡Oh, si conociéramos al SEÑOR!». La verdad es que creo que este es el primer paso que necesitamos para lograr recibir lo demás o entender el propósito de Dios para nuestras vidas: conocerlo a él.
Si tan solo nos dispusiéramos para conocerlo, para saber quién es, para reconocer su nombre y no solo su nombre, sino también su incomparable poder, nuestras vidas serían algo totalmente diferente a lo que podemos tener.
Por eso dice el verso, si le prestamos atención a cada una de las palabras escritas: «Esforcémonos por conocerlo». Y lo dice de esta manera porque realmente constituye un esfuerzo para muchos de nosotros disponer la mente, el corazón y la voluntad para conocer a Dios y su voluntad para nuestras vidas.
Por eso, hoy la mejor decisión que puedes tomar es la de decididamente dedicarte a conocer a Dios, pues en la medida en que lo hagas, vas a encontrar todas las respuestas que necesitas.
Vamos a orar:
Te amo, Señor, y te necesito, más de lo que puedo imaginar y pedir. Ven a mi vida, ayúdame a conocerte más y más cada día de mi vida, pues solo si te conozco, podré entender tu voluntad para mi vida y encontrar las respuestas que necesito para seguir viviendo. Decido conocerte y amarte, con todas mis fuerzas, con toda mi alma y con todo mi corazón, en el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes