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Salmos 38:9 NTV: «Señor, tú sabes lo que anhelo, oyes todos mis suspiros.»
En este salmo, David le pide angustiado a Dios por una respuesta, y muchos de nosotros andamos pidiendo respuestas de parte de Dios. Ahora bien, la pregunta es la siguiente: ¿sabemos en realidad qué es lo que anhelamos y queremos? David escribe: «Señor, tú sabes lo que anhelo». Muchas veces nuestra oración dirá lo mismo, pero en lo profundo no sabemos claramente qué es lo que anhelamos y queremos.
Por eso, es necesario que al hablar con Dios le podamos expresar de manera precisa lo que queremos y lo que anhelamos, así Él lo sepa todo. Debemos claramente ordenar las ideas y saber concretamente qué es lo que estamos pidiendo y qué es lo que tanto necesitamos.
Una cosa está segura al leer este salmo, y es como lo dice el verso, que el Señor oye todos nuestros suspiros y conoce las intenciones de nuestro corazón.
Qué bueno que solo por hoy nos podamos entregar a la tarea de hacer ese listado de peticiones, anhelos y deseos que tenemos pendientes para pedirle a Dios. Y en el momento de orar, podamos entregar completamente toda inconformidad, todo anhelo y toda petición.
Vamos a orar.
Gracias, Señor, por escuchar mi oración y por traer las respuestas que necesito a mi vida. Hoy te pido que me des claridad en los deseos y las cosas que anhelo. Ordena mi vida, Señor, muéstrame tu propósito para mi vida y ayúdame a cumplirlo, según sea tu bendita voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4ª Temporada, 18 de noviembre. ¿Qué quieres?
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Salmos 38:9 NTV: «Señor, tú sabes lo que anhelo, oyes todos mis suspiros.»
En este salmo, David le pide angustiado a Dios por una respuesta, y muchos de nosotros andamos pidiendo respuestas de parte de Dios. Ahora bien, la pregunta es la siguiente: ¿sabemos en realidad qué es lo que anhelamos y queremos? David escribe: «Señor, tú sabes lo que anhelo». Muchas veces nuestra oración dirá lo mismo, pero en lo profundo no sabemos claramente qué es lo que anhelamos y queremos.
Por eso, es necesario que al hablar con Dios le podamos expresar de manera precisa lo que queremos y lo que anhelamos, así Él lo sepa todo. Debemos claramente ordenar las ideas y saber concretamente qué es lo que estamos pidiendo y qué es lo que tanto necesitamos.
Una cosa está segura al leer este salmo, y es como lo dice el verso, que el Señor oye todos nuestros suspiros y conoce las intenciones de nuestro corazón.
Qué bueno que solo por hoy nos podamos entregar a la tarea de hacer ese listado de peticiones, anhelos y deseos que tenemos pendientes para pedirle a Dios. Y en el momento de orar, podamos entregar completamente toda inconformidad, todo anhelo y toda petición.
Vamos a orar.
Gracias, Señor, por escuchar mi oración y por traer las respuestas que necesito a mi vida. Hoy te pido que me des claridad en los deseos y las cosas que anhelo. Ordena mi vida, Señor, muéstrame tu propósito para mi vida y ayúdame a cumplirlo, según sea tu bendita voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes