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Salmos 75:4 NTV »Al orgulloso le advertí: «¡Deja de jactarte!». Al perverso le dije: «¡No levantes tus puños!
Cuando creo que me las se todas y que todo lo hago bien, es un buen momento para pensar de nosotros mismos con moderación, ya que Dios todo el tiempo, como lo dice el verso de hoy nos advierte de nuestro orgullo, y de nuestras maneras de jactarnos de lo que hacemos o de lo que somos o de lo que «mostramos», aunque sea simplemente una careta de algo que no es real.
Es Dios, y solamente El, quien mantiene firmes los cimientos de nuestra vida (Salmo 75:3) y por eso mismo debemos descansar en El siempre y no solo eso, sino también presentar todas nuestras acciones y decisiones delante de El, para ver si realmente estamos haciendo la voluntad de Dios, o simplemente nuestra obstinada voluntad.
Termina el verso 5 de este salmo diciendo, (Salmos 75:5 NTV) [5] No levantes tus puños desafiantes contra los cielos ni hables con semejante arrogancia»». y la verdad es que cuando en nosotros aparece ese lenguaje lleno de arrogancia, es cuando estamos a tiempo de volver a Dios y rendirnos, pues solo El está sobre nosotros y de nuestra parte no debe haber mas que una actitud humilde, que no nos lleve a pensar que lo tenemos todo resuelto o que ya no la sabemos todas.
Vamos a orar
Perdóname Señor, sabes como de fácil me puedo perder en mis propias maneras de mirarme y de percibir quien soy; perdona mi arrogancia, mi manera de referirme a los demás y de pensar que soy superior. Hoy te pido perdón por mi altivez y mis puños levantados contra ti y contra todo el mundo. Enséñame a mirarme con moderación y a reconocer que mi vida depende completamente de ti y de tu incomparable gracia, y todo esto te lo pido, en el nombre de Jesús, amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 13 Julio. Yo me las se todas, no tengo igual.
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Salmos 75:4 NTV »Al orgulloso le advertí: «¡Deja de jactarte!». Al perverso le dije: «¡No levantes tus puños!
Cuando creo que me las se todas y que todo lo hago bien, es un buen momento para pensar de nosotros mismos con moderación, ya que Dios todo el tiempo, como lo dice el verso de hoy nos advierte de nuestro orgullo, y de nuestras maneras de jactarnos de lo que hacemos o de lo que somos o de lo que «mostramos», aunque sea simplemente una careta de algo que no es real.
Es Dios, y solamente El, quien mantiene firmes los cimientos de nuestra vida (Salmo 75:3) y por eso mismo debemos descansar en El siempre y no solo eso, sino también presentar todas nuestras acciones y decisiones delante de El, para ver si realmente estamos haciendo la voluntad de Dios, o simplemente nuestra obstinada voluntad.
Termina el verso 5 de este salmo diciendo, (Salmos 75:5 NTV) [5] No levantes tus puños desafiantes contra los cielos ni hables con semejante arrogancia»». y la verdad es que cuando en nosotros aparece ese lenguaje lleno de arrogancia, es cuando estamos a tiempo de volver a Dios y rendirnos, pues solo El está sobre nosotros y de nuestra parte no debe haber mas que una actitud humilde, que no nos lleve a pensar que lo tenemos todo resuelto o que ya no la sabemos todas.
Vamos a orar
Perdóname Señor, sabes como de fácil me puedo perder en mis propias maneras de mirarme y de percibir quien soy; perdona mi arrogancia, mi manera de referirme a los demás y de pensar que soy superior. Hoy te pido perdón por mi altivez y mis puños levantados contra ti y contra todo el mundo. Enséñame a mirarme con moderación y a reconocer que mi vida depende completamente de ti y de tu incomparable gracia, y todo esto te lo pido, en el nombre de Jesús, amen.
MIguel Montes