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Eclesiastés 8:8 NVI No hay quien tenga poder sobre el aliento de vida, como para retenerlo, ni hay quien tenga poder sobre el día de su muerte. No hay licencias durante la batalla, ni la maldad deja libre al malvado.
Que impresionante es saber que el día de nuestra muerte no lo sabemos, ni mucho menos podemos detener ese día, como lo dice el verso. «No hay quien tenga poder sobre el aliento de vida, como para retenerlo, ni hay quien tenga poder sobre el día de su muerte»
Algo que si podemos hacer es tomar la decisión del lugar en donde queremos pasar la eternidad, pues como seres humanos, Dios nos dio la posibilidad de escoger creer en su hijo Jesucristo y entregarle nuestra vida completamente a El, de tal manera que al momento de partir, tengamos la seguridad de que tendremos vida eterna al lado de Dios, en las regiones celestiales….
la vida es un ratico nada más, un breve momento que en cualquier momento, simplemente se puede esfumar….por eso, como termina diciendo el verso, «No hay licencias durante la batalla, ni la maldad deja libre al malvado.»
Vamos a orar….
Amado Dios, te entrego mi vida y vengo a ti, arrepentido por estar lejos de ti y querer hacer la vida a mi manera….hoy reconozco que te necesito y que quiero que entres en mi vida, para hacer de ahora en adelante tu voluntad y no la mía….me acerco a ti, confiado y agradecido por tu perdón, en el nombre de Jesús. amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 3ra Temporada, 22 Junio, El día final…
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Eclesiastés 8:8 NVI No hay quien tenga poder sobre el aliento de vida, como para retenerlo, ni hay quien tenga poder sobre el día de su muerte. No hay licencias durante la batalla, ni la maldad deja libre al malvado.
Que impresionante es saber que el día de nuestra muerte no lo sabemos, ni mucho menos podemos detener ese día, como lo dice el verso. «No hay quien tenga poder sobre el aliento de vida, como para retenerlo, ni hay quien tenga poder sobre el día de su muerte»
Algo que si podemos hacer es tomar la decisión del lugar en donde queremos pasar la eternidad, pues como seres humanos, Dios nos dio la posibilidad de escoger creer en su hijo Jesucristo y entregarle nuestra vida completamente a El, de tal manera que al momento de partir, tengamos la seguridad de que tendremos vida eterna al lado de Dios, en las regiones celestiales….
la vida es un ratico nada más, un breve momento que en cualquier momento, simplemente se puede esfumar….por eso, como termina diciendo el verso, «No hay licencias durante la batalla, ni la maldad deja libre al malvado.»
Vamos a orar….
Amado Dios, te entrego mi vida y vengo a ti, arrepentido por estar lejos de ti y querer hacer la vida a mi manera….hoy reconozco que te necesito y que quiero que entres en mi vida, para hacer de ahora en adelante tu voluntad y no la mía….me acerco a ti, confiado y agradecido por tu perdón, en el nombre de Jesús. amen.
MIguel Montes