Devocional. Tu Tiempo con el Número Uno….Responde a tu llamado……. 28 Mayo

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Cuando pienso en todo lo que el Señor ha hecho en mi vida, y de nuevo me pierdo en su palabra como un niño, emocionado, expectante y desesperado por encontrar mas y mas respuestas, mas y mas de su presencia y mas y mas de su Espíritu Santo, no me alcanzo a imaginar como se le puede escatimar al que todo nos lo ha dado, un momento de nuestro tiempo para compartir juntos una conversación, un café, una palabra nueva cada mañana,…. Y mucho menos alcanzo a entender como me puedo negar al trabajo de ir y predicar su palabra, al de compartir un mensaje suyo, ya sea a través de lo que Él mismo me ha dado como talentos o a través de una palabra que pueda inspirar a otros…. Así mi *alma se alegrará en el Señor y se deleitará en su salvación; . Salmos 35:9 NVI

Muchos de nosotros seguimos sentados en el sofá de la improductividad; en la silla reclinable del “otros lo harán”; en el susurro mezquino que nos dice que ya muchos están haciendo lo mismo; en la queja exagerada de la falta de tiempo, de las redes sociales que nos lo quitan todo; de los múltiples momentos de simplemente no pensar nada, ni hacer nada, que nos dejan con días y noches que pasan y solo los vemos pasar…. Mis días van pasando, mis planes se frustran junto con los anhelos de mi *corazón. Job 17:11 NVI

Nos secamos inertes, sin considerar que tenemos un llamado, una obligación inspiradora de inspirar a otros y de contarles de lo que Él ha hecho en nuestras vidas, sin escatimar tiempo, recursos, esfuerzos, ni ninguna otra cosa que se necesite para honrar, adorar, y alegrar a aquel que nos ha dado la dicha, la esperanza, el amor, la salud, la tranquilidad, el descanso, los hijos, la familia y la alegría de vivir…. Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu *nombre; tú eres mío. Isaías 43:1 NVI

Que tu desbordante alegría abunde en generosidad, para que puedas dar mas de lo que puedes en tus propias fuerzas, pues no se trata de ti, de tu habilidad y de tu gracia y capacidad, sino de lo que Él puede hacer a través de ti,… Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podían, [4] rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los *santos. [5] Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios.  2 Corintios 8:3-5 NVI