Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | Correo electrónico | YouTube Music |
1 Corintios 15:34 NTV: Piensen bien sobre lo que es correcto y dejen de pecar. Pues para su vergüenza les digo que algunos de ustedes no conocen a Dios en absoluto.
Conocer a Dios está proporcionalmente relacionado con una necesidad de apartarnos del mal y de lo que nos hace daño, pues no podemos decir que amamos a Dios cuando decididamente seguimos haciendo nuestra voluntad y permitiendo en nuestras vidas tantas situaciones, conflictos, pensamientos, sentimientos, palabras, acciones y decisiones que nos avergüenzan, como lo dice el verso de hoy.
Por eso dice el pasaje: «Piensen bien sobre lo que es correcto y dejen de pecar». A veces decimos de muchas de las cosas que hacemos y nos permitimos, cosas como «¿esa cosita?» «Eso tan insignificante» y con ello no nos damos cuenta que una pequeña grieta en la puerta es lo único que el enemigo necesita para colarse en nuestras vidas y venir a hacer muchos estragos.
Es lamentable que cada día nos propongamos un evangelio más light, llenos de pasos de autoayuda y facilismos que a la larga nos alejan de Dios, porque los creyentes en su mayoría no conocen a Dios, y por consiguiente, nada de su palabra.
En lugar de confiar en su poder, buscamos métodos humanos para vivir la vida cristiana, en vez de hacerlo a la manera de Dios.
El pecado abundante en la iglesia radica en la ignorancia que tenemos, y por eso mismo, necesitamos dejar tanta superficialidad y volver a las enseñanzas de la palabra centrada en la persona de Dios.
Vamos a orar.
Perdón Señor, cuando leo y escucho tu palabra, reconozco lo poco que sé de ti y la necesidad que tengo de conocerte. Enséñame Señor, no quiero una relación contigo pero sin ti, o contigo y sin tus palabras que sanan, liberan y traen convicción de arrepentimiento a mi vida. Tuyo soy Señor y me entrego a ti para que me enseñes tus caminos y tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 2 de noviembre. Deja de pecar.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | Correo electrónico | YouTube Music | RSS
1 Corintios 15:34 NTV: Piensen bien sobre lo que es correcto y dejen de pecar. Pues para su vergüenza les digo que algunos de ustedes no conocen a Dios en absoluto.
Conocer a Dios está proporcionalmente relacionado con una necesidad de apartarnos del mal y de lo que nos hace daño, pues no podemos decir que amamos a Dios cuando decididamente seguimos haciendo nuestra voluntad y permitiendo en nuestras vidas tantas situaciones, conflictos, pensamientos, sentimientos, palabras, acciones y decisiones que nos avergüenzan, como lo dice el verso de hoy.
Por eso dice el pasaje: «Piensen bien sobre lo que es correcto y dejen de pecar». A veces decimos de muchas de las cosas que hacemos y nos permitimos, cosas como «¿esa cosita?» «Eso tan insignificante» y con ello no nos damos cuenta que una pequeña grieta en la puerta es lo único que el enemigo necesita para colarse en nuestras vidas y venir a hacer muchos estragos.
Es lamentable que cada día nos propongamos un evangelio más light, llenos de pasos de autoayuda y facilismos que a la larga nos alejan de Dios, porque los creyentes en su mayoría no conocen a Dios, y por consiguiente, nada de su palabra.
En lugar de confiar en su poder, buscamos métodos humanos para vivir la vida cristiana, en vez de hacerlo a la manera de Dios.
El pecado abundante en la iglesia radica en la ignorancia que tenemos, y por eso mismo, necesitamos dejar tanta superficialidad y volver a las enseñanzas de la palabra centrada en la persona de Dios.
Vamos a orar.
Perdón Señor, cuando leo y escucho tu palabra, reconozco lo poco que sé de ti y la necesidad que tengo de conocerte. Enséñame Señor, no quiero una relación contigo pero sin ti, o contigo y sin tus palabras que sanan, liberan y traen convicción de arrepentimiento a mi vida. Tuyo soy Señor y me entrego a ti para que me enseñes tus caminos y tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes