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1 Corintios 3:10 NTV: Por la gracia que Dios me dio, yo eché los cimientos como un experto en construcción……..
Creo que la tarea más sincera que podemos hacer, quienes nos hemos quedado perplejos con el amor extravagante de Dios y su perdón, es la misma del maestro de construcción, que ladrillo a ladrillo y con el cemento sólido y puro de la palabra de Dios, simplemente se dedica a poner cimientos y cimientos, en el lugar que se necesite y especialmente en aquellos lugares a punto de derrumbarse y caer.
Por eso dice la palabra de Dios que debemos ir, pues solo el ojo del constructor puede detectar estructuras endebles que necesiten ser reforzadas por el Espíritu Santo de Dios y de manera total reconstruir sus cimientos, de tal manera que todos tengan la oportunidad de volver a levantar la casa y hacerla de nuevo para Dios.
Y el cimiento más fuerte, solo se puede encontrar en la guía divina de la palabra de Dios, quien es el que nos hace caer en cuenta de lo perdidos que estamos y de las estructuras que necesitamos volver a cimentar para volver a vivir.
Vamos a orar.
Amado Señor, solo tú conoces las ruinas de mi corazón, de mi casa y de mi vida. Solo tú la puedes cimentar de nuevo y hacerla otra vez. Cámbiame, renueva me y ayúdame a serte fiel, yo te lo pido, en el nombre de Jesús. Amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 17 de julio. Maestro de construcción.
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1 Corintios 3:10 NTV: Por la gracia que Dios me dio, yo eché los cimientos como un experto en construcción……..
Creo que la tarea más sincera que podemos hacer, quienes nos hemos quedado perplejos con el amor extravagante de Dios y su perdón, es la misma del maestro de construcción, que ladrillo a ladrillo y con el cemento sólido y puro de la palabra de Dios, simplemente se dedica a poner cimientos y cimientos, en el lugar que se necesite y especialmente en aquellos lugares a punto de derrumbarse y caer.
Por eso dice la palabra de Dios que debemos ir, pues solo el ojo del constructor puede detectar estructuras endebles que necesiten ser reforzadas por el Espíritu Santo de Dios y de manera total reconstruir sus cimientos, de tal manera que todos tengan la oportunidad de volver a levantar la casa y hacerla de nuevo para Dios.
Y el cimiento más fuerte, solo se puede encontrar en la guía divina de la palabra de Dios, quien es el que nos hace caer en cuenta de lo perdidos que estamos y de las estructuras que necesitamos volver a cimentar para volver a vivir.
Vamos a orar.
Amado Señor, solo tú conoces las ruinas de mi corazón, de mi casa y de mi vida. Solo tú la puedes cimentar de nuevo y hacerla otra vez. Cámbiame, renueva me y ayúdame a serte fiel, yo te lo pido, en el nombre de Jesús. Amén.
MIguel Montes