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Hageo 1:3-4 NTV: Entonces el SEÑOR envió el siguiente mensaje por medio del profeta Hageo: [4] «¿Por qué viven ustedes en casas lujosas mientras mi casa permanece en ruinas?».
Muchas personas en medio del oleaje fuerte de la vida que se levanta mucho más alto que nuestra propia voluntad y capacidad, se siguen preguntando por qué están pasando semejante calamidad.
Pues el verso de Hageo es más claro que el agua y nos dice que si nos dedicamos a hacer dinero y a construir casas lujosas para nosotros y dejamos en último lugar las cosas del Señor, de ninguna manera vamos a lograr tener estabilidad por todos los lados, pues mientras por un hemisferio vemos lujos y capacidad adquisitiva para conseguir todo lo que necesitamos, por el otro, las cosas más valiosas de la vida que no se pueden comprar con ningún dinero, se van extinguiendo.
Por eso dice el pequeño libro de Hageo que la única manera de reconstruir las ruinas del hogar y de nuestras vidas, es dedicando de nuevo tiempo, alma, vida y corazón al Dios que todo lo sabe, que todo lo entiende y que todo lo perdona, pues solo en sus manos está, el recuperar lo que se había perdido.
Vamos a orar.
Te necesito Señor en medio de mi debilidad y de las ruinas que finalmente amontonamos, pensando que era lo que realmente necesitábamos. Me entrego a ti y te ruego me permitas reconstruir la comunicación, el buen trato, la paz de mi hogar, la estabilidad y la alegría de mis hijos y todo aquello que solo tú sabes necesita ser restaurado y levantado completamente. En el nombre de Jesús. Amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 16 de julio. Mi casa está en ruinas.
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Hageo 1:3-4 NTV: Entonces el SEÑOR envió el siguiente mensaje por medio del profeta Hageo: [4] «¿Por qué viven ustedes en casas lujosas mientras mi casa permanece en ruinas?».
Muchas personas en medio del oleaje fuerte de la vida que se levanta mucho más alto que nuestra propia voluntad y capacidad, se siguen preguntando por qué están pasando semejante calamidad.
Pues el verso de Hageo es más claro que el agua y nos dice que si nos dedicamos a hacer dinero y a construir casas lujosas para nosotros y dejamos en último lugar las cosas del Señor, de ninguna manera vamos a lograr tener estabilidad por todos los lados, pues mientras por un hemisferio vemos lujos y capacidad adquisitiva para conseguir todo lo que necesitamos, por el otro, las cosas más valiosas de la vida que no se pueden comprar con ningún dinero, se van extinguiendo.
Por eso dice el pequeño libro de Hageo que la única manera de reconstruir las ruinas del hogar y de nuestras vidas, es dedicando de nuevo tiempo, alma, vida y corazón al Dios que todo lo sabe, que todo lo entiende y que todo lo perdona, pues solo en sus manos está, el recuperar lo que se había perdido.
Vamos a orar.
Te necesito Señor en medio de mi debilidad y de las ruinas que finalmente amontonamos, pensando que era lo que realmente necesitábamos. Me entrego a ti y te ruego me permitas reconstruir la comunicación, el buen trato, la paz de mi hogar, la estabilidad y la alegría de mis hijos y todo aquello que solo tú sabes necesita ser restaurado y levantado completamente. En el nombre de Jesús. Amén.
MIguel Montes