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1 Samuel 12:20 NTV «No teman», los tranquilizó Samuel, «de verdad han hecho mal, pero ahora asegúrense de adorar al SEÑOR con todo el corazón y no le den la espalda».
La verdad es que, cuando leemos estos versos, nos damos cuenta que seguimos siendo como el pueblo de Israel de la época antigua. Buscamos a Dios y le seguimos, pero fácilmente lo abandonamos por otras corrientes, modas, personas y entretenimientos.
De todas maneras, al leer este verso de nuevo nos damos cuenta que Dios nos envía a Samuel para decirnos que podemos estar tranquilos, siempre y cuando adoremos al Señor con todo el corazón y no le demos la espalda.
Creo que el compromiso que deberíamos hacer con el Señor es pedirle ayuda para no darle la espalda como tantas veces y de tantas maneras lo hacemos.
Vamos a orar:
Perdónanos, Señor, porque sabes cuántas veces y de qué maneras nos alejamos de ti. No nos dejes caer en tentación, como lo dice tu palabra. Rodéame y acércame cada vez más a ti, porque tuyo soy y cerca quiero estar. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4ª temporada, 12 de diciembre. No des la espalda.
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1 Samuel 12:20 NTV «No teman», los tranquilizó Samuel, «de verdad han hecho mal, pero ahora asegúrense de adorar al SEÑOR con todo el corazón y no le den la espalda».
La verdad es que, cuando leemos estos versos, nos damos cuenta que seguimos siendo como el pueblo de Israel de la época antigua. Buscamos a Dios y le seguimos, pero fácilmente lo abandonamos por otras corrientes, modas, personas y entretenimientos.
De todas maneras, al leer este verso de nuevo nos damos cuenta que Dios nos envía a Samuel para decirnos que podemos estar tranquilos, siempre y cuando adoremos al Señor con todo el corazón y no le demos la espalda.
Creo que el compromiso que deberíamos hacer con el Señor es pedirle ayuda para no darle la espalda como tantas veces y de tantas maneras lo hacemos.
Vamos a orar:
Perdónanos, Señor, porque sabes cuántas veces y de qué maneras nos alejamos de ti. No nos dejes caer en tentación, como lo dice tu palabra. Rodéame y acércame cada vez más a ti, porque tuyo soy y cerca quiero estar. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes