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Proverbios 29:17 NTV: Disciplina a tus hijos, y te darán tranquilidad de espíritu y alegrarán tu corazón.
A veces, por miedo o por descuido o sencillamente por estar trabajando y buscando más y más recursos, nos olvidamos como papás de aconsejar a nuestros hijos, o en determinado momento de confrontarlos por sus comportamientos o sus respuestas para con nosotros.
Es en la convivencia diaria donde nos podemos dar cuenta de la manera como nuestros hijos responden a una instrucción o responden en amor en relación con las cosas de la casa, o simplemente en sus maneras de disponerse para hacer las cosas.
Podemos ver si nuestros hijos están viviendo su vida de una manera ordenada que agrade a Dios o si simplemente están viviendo vidas completamente egoístas en donde solo les importa sus cosas.
Por eso, el verso de hoy dice (Proverbios 29:17 NTV): «Disciplina a tus hijos, y te darán tranquilidad de espíritu y alegrarán tu corazón». Y si en este momento tus hijos no te dan esa tranquilidad de espíritu y de alguna manera entristecen tu corazón, entonces estás a tiempo de confrontar, de hablar y de volver a poner los principios en el lugar correcto, de donde nunca debieron haberse derogado.
Seguramente existen muchas maneras en las que las personas piensan que pueden disciplinar a sus hijos, pero solo hay una que funciona como la correcta y es a la manera de Dios, haciendo las cosas a tiempo.
Vamos a orar.
Amado Dios, cuánto te amo y te necesito para vivir y para enseñar a vivir a mis hijos. Solo tú me puedes dar entendimiento y dirección para hacerlo de la manera correcta y para tomar las mejores decisiones. Enséñame y guíame Señor, yo te lo pido, en el nombre de Jesús. Amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 9 de agosto. A tiempo
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Proverbios 29:17 NTV: Disciplina a tus hijos, y te darán tranquilidad de espíritu y alegrarán tu corazón.
A veces, por miedo o por descuido o sencillamente por estar trabajando y buscando más y más recursos, nos olvidamos como papás de aconsejar a nuestros hijos, o en determinado momento de confrontarlos por sus comportamientos o sus respuestas para con nosotros.
Es en la convivencia diaria donde nos podemos dar cuenta de la manera como nuestros hijos responden a una instrucción o responden en amor en relación con las cosas de la casa, o simplemente en sus maneras de disponerse para hacer las cosas.
Podemos ver si nuestros hijos están viviendo su vida de una manera ordenada que agrade a Dios o si simplemente están viviendo vidas completamente egoístas en donde solo les importa sus cosas.
Por eso, el verso de hoy dice (Proverbios 29:17 NTV): «Disciplina a tus hijos, y te darán tranquilidad de espíritu y alegrarán tu corazón». Y si en este momento tus hijos no te dan esa tranquilidad de espíritu y de alguna manera entristecen tu corazón, entonces estás a tiempo de confrontar, de hablar y de volver a poner los principios en el lugar correcto, de donde nunca debieron haberse derogado.
Seguramente existen muchas maneras en las que las personas piensan que pueden disciplinar a sus hijos, pero solo hay una que funciona como la correcta y es a la manera de Dios, haciendo las cosas a tiempo.
Vamos a orar.
Amado Dios, cuánto te amo y te necesito para vivir y para enseñar a vivir a mis hijos. Solo tú me puedes dar entendimiento y dirección para hacerlo de la manera correcta y para tomar las mejores decisiones. Enséñame y guíame Señor, yo te lo pido, en el nombre de Jesús. Amén.
MIguel Montes