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1 Samuel 15:19 NTV ¿Por qué no obedeciste al SEÑOR? ¿Por qué te apuraste a tomar del botín y a hacer lo que es malo a los ojos del SEÑOR?
Esta historia nos muestra la realidad de Saúl, quien, después de recibir una orden del Señor, decidió hacer lo contrario. El profeta Samuel se le acerca y le pregunta: «¿Por qué no obedeciste al SEÑOR?»
La verdad es que a muchos de nosotros nos puede pasar lo mismo. Dios nos dice algo, pero nos hacemos sordos a sus instrucciones. La rebeldía aflora, y nos damos cuenta de que aún hay resistencia dentro de nosotros.
Como lo dice el verso, nos apresuramos a tomar el botín de la lujuria, la ambición, la comparación, la queja y otros deseos que nos apartan de la voluntad de Dios y nos dejamos llevar.
Hoy Dios nos dice, no te dejes llevar, obedece, se fiel, quédate conmigo para siempre y no desistas, pues yo estoy contigo para librarte.
Vamos a orar:
Señor mío y Dios mío, ¿cómo puedo mantenerme a tu lado si no escucho tu voz y tu dirección? Si tú no me lo dices, no me doy cuenta. Perdóname por dejarme llevar por tantas cosas que me atraen y me apartan de hacer tu bendita voluntad. Quiero aprender a conocerte más, para que con el amor que te tengo, pueda obedecerte lleno de gratitud y confianza. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4ª temporada, 15 de diciembre. No te dejes llevar.
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1 Samuel 15:19 NTV ¿Por qué no obedeciste al SEÑOR? ¿Por qué te apuraste a tomar del botín y a hacer lo que es malo a los ojos del SEÑOR?
Esta historia nos muestra la realidad de Saúl, quien, después de recibir una orden del Señor, decidió hacer lo contrario. El profeta Samuel se le acerca y le pregunta: «¿Por qué no obedeciste al SEÑOR?»
La verdad es que a muchos de nosotros nos puede pasar lo mismo. Dios nos dice algo, pero nos hacemos sordos a sus instrucciones. La rebeldía aflora, y nos damos cuenta de que aún hay resistencia dentro de nosotros.
Como lo dice el verso, nos apresuramos a tomar el botín de la lujuria, la ambición, la comparación, la queja y otros deseos que nos apartan de la voluntad de Dios y nos dejamos llevar.
Hoy Dios nos dice, no te dejes llevar, obedece, se fiel, quédate conmigo para siempre y no desistas, pues yo estoy contigo para librarte.
Vamos a orar:
Señor mío y Dios mío, ¿cómo puedo mantenerme a tu lado si no escucho tu voz y tu dirección? Si tú no me lo dices, no me doy cuenta. Perdóname por dejarme llevar por tantas cosas que me atraen y me apartan de hacer tu bendita voluntad. Quiero aprender a conocerte más, para que con el amor que te tengo, pueda obedecerte lleno de gratitud y confianza. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes