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Salmos 18:6 NTV
Pero en mi angustia, clamé al SEÑOR; sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos.
Cada vez que viene la angustia, podemos dudar, confundirnos, pelear contra Dios y desesperanzarnos de una manera que mejor dicho decimos, me siento agotado, no puedo mas. (Lamentaciones 3:21-24 NVI) Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: [22] El gran amor del SEÑOR nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. [23] Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! [24] Por tanto, digo: «El SEÑOR es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!» y precisamente es en esos momentos de angustia, cuando podemos orar como lo dice el verso de hoy y poner a prueba nuestra fe y nuestra vida con Cristo, pues precisamente para eso nos debe servir el incomparable amor de Dios, para sostenernos cuando mas lo necesitamos.
Por eso dice el verso de hoy (Salmos 18:6 NTV) Pero en mi angustia, clamé al SEÑOR; sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda. Él me oyó desde su santuario; y mi clamor llegó a sus oídos., porque el es el Dios que me escucha y que siempre me ve.
Gracias a Dios por tanta dicha.
Vamos a orar..
Señor, tu conoces mi dolor, mi enfermedad, ni necesidad, y hasta mi inconformidad llena de pequeñeces.. hoy te pido perdón por no mirarte, ni por tenerte en el lugar que te debo tener; te doy gracias amor de mi vida y dueño de mi corazón, pues solo a tu lado puedo vivir tranquilo y confiado; gracias por escucharme como siempre lo haces, te entrego mi vida, mis decisiones y todo lo que soy, en el nombre de Jesús, amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 3 Octubre. El Dios que me escucha.
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Salmos 18:6 NTV
Pero en mi angustia, clamé al SEÑOR; sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos.
Cada vez que viene la angustia, podemos dudar, confundirnos, pelear contra Dios y desesperanzarnos de una manera que mejor dicho decimos, me siento agotado, no puedo mas. (Lamentaciones 3:21-24 NVI) Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: [22] El gran amor del SEÑOR nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. [23] Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! [24] Por tanto, digo: «El SEÑOR es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!» y precisamente es en esos momentos de angustia, cuando podemos orar como lo dice el verso de hoy y poner a prueba nuestra fe y nuestra vida con Cristo, pues precisamente para eso nos debe servir el incomparable amor de Dios, para sostenernos cuando mas lo necesitamos.
Por eso dice el verso de hoy (Salmos 18:6 NTV) Pero en mi angustia, clamé al SEÑOR; sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda. Él me oyó desde su santuario; y mi clamor llegó a sus oídos., porque el es el Dios que me escucha y que siempre me ve.
Gracias a Dios por tanta dicha.
Vamos a orar..
Señor, tu conoces mi dolor, mi enfermedad, ni necesidad, y hasta mi inconformidad llena de pequeñeces.. hoy te pido perdón por no mirarte, ni por tenerte en el lugar que te debo tener; te doy gracias amor de mi vida y dueño de mi corazón, pues solo a tu lado puedo vivir tranquilo y confiado; gracias por escucharme como siempre lo haces, te entrego mi vida, mis decisiones y todo lo que soy, en el nombre de Jesús, amen.
MIguel Montes