Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify |
Salmos 73:26 NTV
Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre.
Para muchas personas es muy difícil hacer conciencia de Dios en sus vidas y seguramente como puede suceder, siguen pensando que su buena salud y la fuerza de su cuerpo se debe solo a su ejercicio físico o a la manera como se han alimentado durante toda su vida.
Lo mejor de todo es que este verso va mas allá de lo que podemos entender y comprender acerca de nuestra existencia, pues mas allá del regalo físico y visible que podamos experimentar en nuestro cuerpo, necesitamos hacer conciencia que la fuerza y la vitalidad que tenemos proviene de Dios, pues Él es la fuerza de nuestro corazón.
Aun así, como lo dice el verso, si fallara esta salud o se debilitara mi cuerpo y con el mi espíritu, Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón, pues le pertenezco para siempre.
Vamos a orar..
Amado Dios, se que tuyo soy y que no haces mas que amarme cada uno de mis días, gracias por la fuerza y la vitalidad que le das a mi cuerpo y a mi ser, pues tu eres la fuerza de mi corazón. Te pertenezco, completamente y para siempre, en el nombre de Jesús, amen
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 20 Agosto. La fuerza de mi corazón.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | RSS
Salmos 73:26 NTV
Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre.
Para muchas personas es muy difícil hacer conciencia de Dios en sus vidas y seguramente como puede suceder, siguen pensando que su buena salud y la fuerza de su cuerpo se debe solo a su ejercicio físico o a la manera como se han alimentado durante toda su vida.
Lo mejor de todo es que este verso va mas allá de lo que podemos entender y comprender acerca de nuestra existencia, pues mas allá del regalo físico y visible que podamos experimentar en nuestro cuerpo, necesitamos hacer conciencia que la fuerza y la vitalidad que tenemos proviene de Dios, pues Él es la fuerza de nuestro corazón.
Aun así, como lo dice el verso, si fallara esta salud o se debilitara mi cuerpo y con el mi espíritu, Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón, pues le pertenezco para siempre.
Vamos a orar..
Amado Dios, se que tuyo soy y que no haces mas que amarme cada uno de mis días, gracias por la fuerza y la vitalidad que le das a mi cuerpo y a mi ser, pues tu eres la fuerza de mi corazón. Te pertenezco, completamente y para siempre, en el nombre de Jesús, amen
MIguel Montes