Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | Correo electrónico | YouTube Music |
Filipenses 4:6 NVI No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Cuando Dios nos dice que no nos inquietemos por nada, deberíamos como creyentes, no solo hacer caso, sino también experimentar toda la tranquilidad que Dios nos dice debemos tener, pues si El lo dice en su palabra así es; mas bien como lo dice el verso, en toda ocasión con oración y ruego, debemos presentar a Dios nuestras peticiones y darle gracias, pues El sabe lo que necesitamos antes de que le pidamos.
La verdad para muchos de nosotros parece que es difícil procesar lo que dice la palabra de Dios y verdaderamente descansar completamente en El, pero así debería ser, que cada verso que leamos, simplemente pudiera ser una realidad en nuestra vida, sin tantas dudas y temores de parte nuestra.
La promesa de Dios es darnos paz y eso no significa estar sin problemas y dificultades, sino que aun en medio de todo ello, la paz de Dios nos da la seguridad de que El mismo nos ayudará a darle solución de tal manera que volvamos a descansar en el Señor.
Por eso termina su palabra diciendo (Filipenses 4:9 NVI) Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
Vamos a orar
Perdóname Señor, tu sabes cuanto me cuesta dejar de preocuparme y entender y aplicar tu palabra a mi vida, hoy por fin entiendo que lo que escrito está, es una realidad que tu traes para mi vida. por eso descanso hoy en ti y te entrego todas mis situaciones para que te hagas cargo de ellas, pues sin ti nada puedo hacer, enséñame Señor, yo quiero saber lo que hay que hacer y que pongas en mis ojos la mirada para ver y en mis manos las tareas que quieras que haga, quiero ser guiado en tu palabra y que tu espíritu me deje comprender lo que hay que hacer. en el nombre de Jesús, amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 10 Agosto. Paz verdadera y alegría de Dios.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | Correo electrónico | YouTube Music | RSS
Filipenses 4:6 NVI No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Cuando Dios nos dice que no nos inquietemos por nada, deberíamos como creyentes, no solo hacer caso, sino también experimentar toda la tranquilidad que Dios nos dice debemos tener, pues si El lo dice en su palabra así es; mas bien como lo dice el verso, en toda ocasión con oración y ruego, debemos presentar a Dios nuestras peticiones y darle gracias, pues El sabe lo que necesitamos antes de que le pidamos.
La verdad para muchos de nosotros parece que es difícil procesar lo que dice la palabra de Dios y verdaderamente descansar completamente en El, pero así debería ser, que cada verso que leamos, simplemente pudiera ser una realidad en nuestra vida, sin tantas dudas y temores de parte nuestra.
La promesa de Dios es darnos paz y eso no significa estar sin problemas y dificultades, sino que aun en medio de todo ello, la paz de Dios nos da la seguridad de que El mismo nos ayudará a darle solución de tal manera que volvamos a descansar en el Señor.
Por eso termina su palabra diciendo (Filipenses 4:9 NVI) Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
Vamos a orar
Perdóname Señor, tu sabes cuanto me cuesta dejar de preocuparme y entender y aplicar tu palabra a mi vida, hoy por fin entiendo que lo que escrito está, es una realidad que tu traes para mi vida. por eso descanso hoy en ti y te entrego todas mis situaciones para que te hagas cargo de ellas, pues sin ti nada puedo hacer, enséñame Señor, yo quiero saber lo que hay que hacer y que pongas en mis ojos la mirada para ver y en mis manos las tareas que quieras que haga, quiero ser guiado en tu palabra y que tu espíritu me deje comprender lo que hay que hacer. en el nombre de Jesús, amen.
MIguel Montes