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Gálatas 5:22-23 NTV
En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, [23] humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
Todo el tiempo estamos luchando con los sentimientos de honor y popularidad que en esta época tanto nos pide la sociedad a través de las redes sociales…. y cuando eso sucede, podemos detectar rasgos fundamentales de nuestro carácter que provienen de Dios o que mas bien provienen de nuestra propia idolatría y de nuestra necesidad de sobresalir y de mostrarle a los demás lo excelentes que somos y todo lo que tenemos y podemos hacer.
y la verdad cuando todo eso pasa, nos metemos de nuevo en esos mezquinos celos humanos que solo dejan ver los resentimientos que hay por dentro y lo que no hemos podido sanar con Dios.
De esos resentimientos que tenemos, solo quedan las publicaciones adrede, que se nota que lo hacemos por expresar las inseguridades que tenemos y la necesidad de aprobación que todo el tiempo necesitamos…
Yo creo que funciona de la siguiente manera, llega un momento en que no necesitamos aparentarle a nadie, ni mucho menos demostrarle a nadie lo que somos, nuestra intimidad ni nuestros triunfos, pues la madurez de la vida se nota en que no hacemos las cosas para que nos miren, sino como parte de la excelencia de la vida que nos lleva a hacer todo muy bien, solo por la dicha de no ser mediocres, ni vacíos, sino porque es Dios quien nos lleva a hacerlo de esa manera.
vamos a orar…
Perdóname Señor, porque mi carácter todavía demuestra lo mucho que me falta madurar y entender la vida contigo…quiero llenarme de ti, como lo dice el verso de hoy, con toda clase de fruto que produzca en mi vida amor, alegría, paz , paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio, pero no de mi mismo…renuncio a esos mezquinos celos humanos que vienen del resentimiento y de la competencia que hay dentro de mi por buscar el honor, los reconocimientos y la popularidad…lléname de ti Señor, te necesito. Y todo esto te lo pido, en el nombre de Jesús, amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 27 Mayo. Mezquinos celos humanos…
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En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, [23] humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
Todo el tiempo estamos luchando con los sentimientos de honor y popularidad que en esta época tanto nos pide la sociedad a través de las redes sociales…. y cuando eso sucede, podemos detectar rasgos fundamentales de nuestro carácter que provienen de Dios o que mas bien provienen de nuestra propia idolatría y de nuestra necesidad de sobresalir y de mostrarle a los demás lo excelentes que somos y todo lo que tenemos y podemos hacer.
y la verdad cuando todo eso pasa, nos metemos de nuevo en esos mezquinos celos humanos que solo dejan ver los resentimientos que hay por dentro y lo que no hemos podido sanar con Dios.
De esos resentimientos que tenemos, solo quedan las publicaciones adrede, que se nota que lo hacemos por expresar las inseguridades que tenemos y la necesidad de aprobación que todo el tiempo necesitamos…
Yo creo que funciona de la siguiente manera, llega un momento en que no necesitamos aparentarle a nadie, ni mucho menos demostrarle a nadie lo que somos, nuestra intimidad ni nuestros triunfos, pues la madurez de la vida se nota en que no hacemos las cosas para que nos miren, sino como parte de la excelencia de la vida que nos lleva a hacer todo muy bien, solo por la dicha de no ser mediocres, ni vacíos, sino porque es Dios quien nos lleva a hacerlo de esa manera.
vamos a orar…
Perdóname Señor, porque mi carácter todavía demuestra lo mucho que me falta madurar y entender la vida contigo…quiero llenarme de ti, como lo dice el verso de hoy, con toda clase de fruto que produzca en mi vida amor, alegría, paz , paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio, pero no de mi mismo…renuncio a esos mezquinos celos humanos que vienen del resentimiento y de la competencia que hay dentro de mi por buscar el honor, los reconocimientos y la popularidad…lléname de ti Señor, te necesito. Y todo esto te lo pido, en el nombre de Jesús, amen.
MIguel Montes