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2 Corintios 4:13 NVI
Escrito está: «Creí, y por eso hablé.» Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.
Cuando conocemos a Dios, y comenzamos a experimentar cambios en nuestra vida, nuestra manera de pensar, de tomar decisiones y de vivir la vida…anhelamos con todo el corazón que todas las personas que están a nuestro alrededor, puedan conocer a ese Dios que nos ha dado libertad y que por esa misma razón, ellos puedan tener esa libertad que nosotros ya podemos experimentar de manera real en nuestras vidas….
aun así…es muy fácil caer en la prisión del afán por que los demás experimenten nuestra fe y se vuelve una prisión porque cuando no recibimos la respuesta que esperamos de los demás, la frustración puede venir y envolvernos en el error de forzar a los demás y en el error de perder la calma por algo que nosotros no le podemos poner tiempos ni limites, pues así como nosotros logramos conocer a Dios en un momento determinado de la vida, así mismo, cada cual tiene su tiempo con el Señor y solo Dios, puede agendar esa perfecta cita, para el día que El ya lo tenga dispuesto…
por eso mas bien, nos podemos quedar en el suave murmullo y simplemente entender que Dios nos dice Shhhhhhh…no digas nada…..el dueño del tiempo soy yo…y el momento feliz de ese encuentro con las personas que amas…yo ya lo tengo mas que programado….y ya tiene fecha, día y hora…..
vamos a orar….
perdóname Señor, por querer acelerar lo que en tu tiempo yo no puedo agendar ni cambiar….hoy te doy gracias por haber llegado a mi vida en el momento justo y cuando mas yo lo necesitaba…descanso en ti y en ese tiempo que tu ya tienes preparado para que las personas que amo te puedan ver, te puedan sentir y se puedan rendir completamente ante tu voluntad….por eso oro a ti agradecido por todo lo que tu eres y haces, en el nombre de Jesús. amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 3ra Temporada, 4 Mayo; Shhhhhhh no digas nada….
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2 Corintios 4:13 NVI
Escrito está: «Creí, y por eso hablé.» Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.
Cuando conocemos a Dios, y comenzamos a experimentar cambios en nuestra vida, nuestra manera de pensar, de tomar decisiones y de vivir la vida…anhelamos con todo el corazón que todas las personas que están a nuestro alrededor, puedan conocer a ese Dios que nos ha dado libertad y que por esa misma razón, ellos puedan tener esa libertad que nosotros ya podemos experimentar de manera real en nuestras vidas….
aun así…es muy fácil caer en la prisión del afán por que los demás experimenten nuestra fe y se vuelve una prisión porque cuando no recibimos la respuesta que esperamos de los demás, la frustración puede venir y envolvernos en el error de forzar a los demás y en el error de perder la calma por algo que nosotros no le podemos poner tiempos ni limites, pues así como nosotros logramos conocer a Dios en un momento determinado de la vida, así mismo, cada cual tiene su tiempo con el Señor y solo Dios, puede agendar esa perfecta cita, para el día que El ya lo tenga dispuesto…
por eso mas bien, nos podemos quedar en el suave murmullo y simplemente entender que Dios nos dice Shhhhhhh…no digas nada…..el dueño del tiempo soy yo…y el momento feliz de ese encuentro con las personas que amas…yo ya lo tengo mas que programado….y ya tiene fecha, día y hora…..
vamos a orar….
perdóname Señor, por querer acelerar lo que en tu tiempo yo no puedo agendar ni cambiar….hoy te doy gracias por haber llegado a mi vida en el momento justo y cuando mas yo lo necesitaba…descanso en ti y en ese tiempo que tu ya tienes preparado para que las personas que amo te puedan ver, te puedan sentir y se puedan rendir completamente ante tu voluntad….por eso oro a ti agradecido por todo lo que tu eres y haces, en el nombre de Jesús. amen.
MIguel Montes