Devocional. Tu Tiempo con el Número Uno..Aún en mi Debilidad. 22 Julio

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Pablo narra en su carta a los corintios, sus luchas con la arrogancia, que en este caso no es una común que tenga que ver con las cosas materiales, sino  una arrogancia que viene por el conocimiento del espíritu y el amor de Dios, la cual se vuelve arrogancia espiritual, Si….desafortunadamente existe también la arrogancia espiritual, que nos lleva a pensar que somos mas santos que otros, que podemos ver a todos los que nos rodean con el dedo acusador que busca el pecado y las faltas en los demás, para ponernos a nosotros mismos en lugares privilegiados que para Dios realmente no existen, pues Dios no tiene favoritismos con nadie y a cambio nos ama cada día mas y de maneras insospechadas….. De tal hombre podría hacer alarde; pero de mí no haré alarde sino de mis debilidades. 2 Corintios 12:5 NVI

Así pues, muchos de nosotros a diario luchamos con la arrogancia que considera que sabemos mas que los otros, que merecemos mas que los otros y que Dios es injusto con nosotros al no darnos lo que le da a esas personas que si tienen mucho mas que nosotros…..tristemente perdemos el tiempo en muchas de estas presunciones que lo único que hacen es alejarnos del verdadero propósito en la vida que consiste en enamorarnos de Dios….Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 2 Corintios 12:10 NVI

Si solo pensáramos en la gracia; que significa “recibir algo que no merecemos”, creo que nos tendríamos que detener por un solo instante y podríamos ver la imagen de aquel hombre que siendo Dios, murió en la cruz para perdonar todos nuestros pecados y para entregarnos la vida eterna y es porque en medio de nuestras debilidades lo mejor que nos puede pasar es que Dios nos haga ver cuan indefensos somos, cuan imperfectos y débiles somos si no recibimos su ayuda y el aliento de vida que solo Él nos da……. pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9 NVI