Miqueas 4:3 NTV. El SEÑOR mediará entre los pueblos y resolverá conflictos entre naciones poderosas y lejanas. Ellos forjarán sus espadas para convertirlas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No peleará más nación contra nación, ni seguirán entrenándose para la guerra.

En medio de la tensión mundial y del conflicto entre países, grupos armados, disidentes, gobiernos, instituciones y magnates de la política y el control mundial, como lo dice el verso, el único que puede mediar es el Señor.

Cuando miramos la complejidad del conflicto mundial actual, nos podemos dar cuenta que el único que puede llegar a resolver los conflictos entre naciones poderosas y lejanas, es el Señor, pues aunque se llenen de armamento y arsenal de guerra, solo Dios puede convencer a una nación y su gobernante de tomar las mejores decisiones, de tal manera que no se peleen más, nación contra nación, ni mucho menos sigan entrenándose para la guerra.

Vamos a orar.

Perdón Señor por tanta ambición detrás de la guerra; perdón por tanto egoísmo detrás de intereses personales. Hoy yo te pido que tu palabra se haga real y que vengas y dirimas el conflicto mundial entre los países y naciones del mundo. Solo tú Señor, puedes venir y administrar justicia contra naciones poderosas y lejanas. Que todos esos pueblos Señor, conviertan su armamento en arados y en hoces sus lanzas. Pues tu protección nos envuelve por completo, y a la sombra de tus alas solo deseamos vivir. En el nombre de Jesús. Amén.

Mateo 6:20-21 NVI. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. [21] Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

Qué difícil es para nosotros, discernir y entender las profundidades de nuestros deseos y los alcances de su seducción. Fácilmente nos dejamos arrastrar por multitud de deseos y de lo que llamamos prioridades, pues de esa manera nos enredan, haciéndose pasar por prioridades, cuando en realidad lo único que persiguen es distanciarnos de todo aquello que verdaderamente no tiene precio y vale la pena.

De esta manera los demonios nos obsesionan con un hambre indescriptible de cosas materiales y hacen que nuestro corazón se distancie de Dios y de lo que Dios nos ha dado como regalo eterno.

Así que hoy te puedes preguntar en lo profundo de tu corazón, ¿en dónde está mi tesoro? ¿Mi mirada está puesta en las cosas eternas o en la inmediatez del ahora?

Vamos a orar.

Señor, solo tú me puedes ayudar a discernir los tiempos y mis deseos y necesidades, para escoger en ello lo que realmente importa y lo que debo seguir para estar y permanecer cerca de ti. Te necesito Señor, roca y redentor mío. Enséñame a depender completamente de ti. En el nombre de Jesús. Amén.

Lucas 12:15 NTV. Y luego dijo: «¡Tengan cuidado con toda clase de avaricia! La vida no se mide por cuánto tienen».

Yo creo que una de las maneras como medimos el éxito de las personas, depende como lo dice el verso de lo mucho que tenga, y entonces si tiene muchas posesiones seguramente tiene una gran vida. La codicia es similar a la lujuria: es un deseo ardiente de tener algo para la gratificación personal por lo cual estamos dispuestos a hacer cualquier cosa.

Lo peligroso de todo este asunto es que si no se controla, este mismo deseo nos destruirá a nosotros y quienes nos rodean. La codicia es un hambre que nunca se puede satisfacer por completo, pues cuanto más obtenemos, más queremos. Entonces queremos más y más con la excusa de que necesitamos más y más.

La codicia incluso nos puede llevar a buscar cosas que no nos convienen, pero generalmente a un gran precio ¿por qué? Porque la esencia de la codicia es el placer egoísta a expensas de los demás. Podemos pensar que estamos actuando de la manera correcta y que es maravilloso la idea de conseguir más y más, así pongamos en peligro nuestras relaciones.

Nunca es suficiente cuando buscamos cosas que nunca satisfacen verdaderamente.

Vamos a orar.

Perdón Señor, pues creo que la solución está en mis manos, cuando en realidad tú eres quien me ha dado todo. Ayúdame a descansar en ti y a renunciar a toda codicia de mi parte, mucho más, cuando quiero a como de lugar lograr conseguir más y más en una dirección que nunca se sacia. Sáciame de ti Señor y ayúdame a depender de ti completamente, en el nombre de Jesús. Amén.

Proverbios 28:22 NTV. Los avaros tratan de hacerse ricos de la noche a la mañana, pero no se dan cuenta de que van directo a la pobreza.

Yo creo que en todas las épocas, pero sobre todo en esta época de diciembre, muchas personas andan en la carrera de vender y aprovechar la temporada y otras tantas, están en la carrera de comprar desmesuradamente. Tanto los unos como los otros, no se dan cuenta como lo dice el verso de hoy que solo (Proverbios 28:22 NTV) Los avaros tratan de hacerse ricos de la noche a la mañana, pero no se dan cuenta de que van directo a la pobreza.

Todo esto nos puede ayudar a entender que por tener lo uno, nos quedamos sin lo otro, pues la pobreza más evidente que podemos experimentar es la de quedarnos sin lo que ninguno de nosotros puede comprar en ningún hipermercado ni feria, esto es; el amor, la alegría, la paz, la familia, los hijos, la esposa, el esposo, el descanso, la unidad, y la vida plena.

Como lo dice el verso, no se dan cuenta de que van directo a la pobreza, pues nada nunca llega a saciarlos y ni todos los tesoros del mundo llegan a suplir todas sus necesidades, pues siempre aparecerá una más.

Vamos a orar.

Perdóname Señor, por pensar solo en cómo conseguir más y más y cómo suplir una necesidad más, pues detrás de esa obsesión me he quedado sin lo uno y sin lo otro. Yo te necesito a ti Señor y creo que si mis prioridades están en orden, tú te encargarás de responder a todas mis necesidades como lo dice tu palabra, pues antes de que te las pidas, tú me las das. Hoy me entrego a ti y te entrego mi carga, mi cansancio y mi debilidad y quedo confiado en que tú eres quien me permite tener todo lo que necesito y quiero en la justa medida y sin que yo mismo tenga que forzar alguna situación. En el nombre de Jesús, amén.

Proverbios 23:4 NTV. No te desgastes tratando de hacerte rico. Sé lo suficientemente sabio para saber cuándo detenerte.

Es impresionante cómo podemos perder fácilmente la cordura, cuando de conseguir dinero se trata, y la verdad yo creo que el ganar algo de dinero siempre nos va a llevar a querer conseguir mucho más, sin importar las consecuencias, sin importar los horarios, las personas, la salud, sin importar lo que piensen los demás, y sin importar el costo de un centavo más.

Ahora bien, ¿qué vale más que el dinero?, ¿acaso la paz, la alegría, la tranquilidad, el descanso, el tiempo compartido, el extrañarnos, el pasar tiempo juntos, compartir con los hijos, mantener la armonía del hogar, acaso podrá valer más que el dinero y unas cuantas ganancias más la salud, la tranquilidad y la unidad?

Qué impresionante Salomón, iluminado por el Espíritu Santo de Dios para advertirnos como lo dice el verso de hoy (Proverbios 23:4 NTV) No te desgastes tratando de hacerte rico. Sé lo suficientemente sabio para saber cuándo detenerte. Y el verso lo dice claramente: 1. no te desgastes, pues la verdad conseguir dinero y pensar solo en dinero, se vuelve más que una obsesión, un desgaste; que en últimas termina costando más que cualquier moneda más que podamos querer tener.

Finalmente debemos entender que nuestras necesidades estarán suplidas en Cristo Jesús y que debemos por eso, como lo dice el verso, ser sabios y saber cuando parar.

Vamos a orar.

Gracias Señor por tu palabra que trae dirección y libertad. Perdóname por querer en mis fuerzas hacer y hacer para conseguir, pues esto se ha vuelto una obsesión, sin importar los efectos que esto produzca a mi alrededor. Yo te necesito y necesito aprender a depender de ti completamente, de tal manera que descanse en ti y en tu perfecta voluntad y de esta manera te ponga a ti en el primer lugar y abandone toda obsesión por el dinero. En el nombre de Jesús, amén.

Isaías 17:7-8 NTV. Entonces, por fin el pueblo buscará a su Creador y volverá los ojos al Santo de Israel. [8] Ya no buscarán ayuda de sus ídolos, ni rendirán culto a lo que hicieron con sus propias manos. Nunca más se inclinarán ante los postes dedicados a la diosa Asera, ni rendirán culto en los santuarios paganos que construyeron.

Qué dicha que este verso se hiciera realidad plena en nuestras vidas hoy. Y por fin busquemos al Creador y volvamos nuestros ojos al Santo de Israel. Esta es la única manera de reconocer que necesitamos buscar el camino de la salvación y la vida eterna, en vez del camino de la destrucción y la muerte, pues como lo dice el verso, fácilmente nos podemos llenar de ídolos y podemos terminar rindiéndole culto a lo que hacemos con nuestras manos.

Termina el verso con una nueva promesa de redención, que nos dice que nunca más nos inclinaremos más ante dioses y diosas pasajeros y efímeros, ni rendiremos culto en los santuarios paganos que la era moderna ha construido y sigue levantando.

Altares a músicas, sonidos, personas, demonios, legiones, muerte, destrucción, consumo, sustancias psicoactivas, discursos y todas aquellas cosas que no agradan a Dios ni pertenecen al perfecto conjunto del amor de Dios y sí más bien al conjunto de la destrucción y la perdición de la humanidad.

Vamos a orar.

Amado Señor, hoy decido buscarte a ti como mi Creador y dueño de todo lo que tengo y lo que soy. Decido mirarte de nuevo y pedirte perdón por todas aquellas cosas que me han apartado de ti y tu perfecto amor. Renuncio a hacer de la música, la gente, los amigos, las cosas que veo, escucho y hago un ídolo en mi vida, y decido buscar entender y hacer tu perfecta voluntad para mi vida, en el nombre de Jesús, amén.

Isaías 12:2 NTV. Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor. El SEÑOR DIOS es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria.

Cuando nos preguntamos de qué podría salvarnos el Señor, las respuestas pueden ser muchas. De la frustración, del abuso, de la mentira, del engaño, de la muerte, de la enfermedad, de la locura, del orgullo, del caos, de una quiebra, de un divorcio, de una mala decisión y de cuantas cosas usted pueda encontrar motivo para decir: de esto me ha salvado el Señor.

Por eso el verso dice: «Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor» y la verdad es que cuando tenemos esta seguridad, todo temor desaparece, pues podemos descansar tranquilamente en el perfecto amor y cuidado de Dios para con nosotros.

Termina el verso diciendo: «El SEÑOR DIOS es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria». Y yo creo que ciertamente cuando nos sentimos sin fuerzas ni aliento, si se lo pedimos, el Señor nos renueva, nos empuja y nos levanta a como dé lugar de la situación en la que estemos. Y así mismo, se vuelve nuestra canción, pues es Él mismo el que nos permite verlo y reconocerlo como Señor de nuestras vidas, por lo que terminamos adorándole y dándole gracias.

Vamos a orar.

Gracias Señor por venir a salvarme, hoy yo confío en ti y te entrego todo lo que tengo y lo que soy. Decido abandonar todo temor y descansar completamente en ti. Tú eres mi fuerza Señor y mi más bella, eterna y constante canción. Gracias Señor por renovar mis fuerzas y llenarme de seguridad, aceptación e importancia. En el nombre de Jesús, amén.

Isaías 11:4 NTV. Hará justicia a los pobres y tomará decisiones imparciales con los que son explotados. La tierra temblará con la fuerza de su palabra, y bastará un soplo de su boca para destruir a los malvados.

Cuando leemos un verso como este, podemos estar seguros de que una de las promesas más fieles y repetidas de Dios en su palabra, es la de, «yo te haré justicia» y como lo dice el verso, él lo hará con los pobres y tomará decisiones imparciales con los que son explotados.

Todo el tiempo andamos preocupados por las muchas injusticias que podemos percibir a nuestro alrededor y sin saberlo terminamos en la desesperanza, y es porque no conocemos que tenemos un Dios que en el momento preciso nos hará justicia.

Por eso es necesario que cada día conozcamos más a Dios y su voluntad para nuestras vidas, pues el hacerlo, nos traerá la seguridad que necesitamos para estar llenos de esperanza y seguridad en Dios. Finalmente, el verso dice, que no solo Dios hará justicia con los pobres y desamparados, sino que también se encargará de hacer justicia con los malvados y que al hacerlo la tierra temblará con la fuerza de su palabra y bastará un soplo de su boca para destruir a los malvados.

Vamos a orar.

Gracias Señor por hacer justicia donde nosotros no podemos hacer nada con nuestra propia fuerza. Gracias por la esperanza que ello trae a mi vida y a la de tantas personas pobres y humilladas en nuestra nación. Gracias Señor porque solo tú te puedes hacer cargo de los malvados y restituir a quienes te buscan y confían plenamente en tu voluntad, fuerza y poder. En el nombre de Jesús, amén.

Isaías 10:1-3 NTV. ¡Qué aflicción les espera a los jueces injustos y a los que emiten leyes injustas! [2] Privan a los pobres de la justicia y les niegan sus derechos a los necesitados de mi pueblo. Explotan a las viudas y se aprovechan de los huérfanos. [3] ¿Qué harán cuando yo los castigue, cuando envíe el desastre sobre ustedes desde una tierra lejana? ¿A quién acudirán en busca de ayuda? ¿Dónde estarán seguros sus tesoros?

Esta realidad, descrita por el profeta Isaías, casi tres mil años después, sigue siendo tan común que por esta época, muchas administraciones gubernamentales públicas y privadas cierran contratos, licitaciones y procesos, en los cuales, como lo dice el verso, se favorecen unos pocos en perjuicio de los más pobres.

Como lo dice la versión de la Biblia El Mensaje, (Isaías 10:1-4 MSG) Ay de los que legislan el mal, que establecen leyes que hacen víctimas; estatutos que hacen miserables a los pobres, que les roban la dignidad a mis desvalidos, que explotan a las viudas indefensas, y se aprovechan de los niños desamparados. ¿Qué dirán el día del juicio final, cuando llegue de imprevisto? ¿A quién pedirán ayuda? ¿De qué les servirá su dinero?

Dios todo el tiempo nos muestra en su bendita palabra, lo que debemos hacer para no pecar contra él y contra los más desfavorecidos y la verdad, nunca es tarde para recapacitar y empezar a hacer las cosas como Dios manda.

Vamos a orar.

Perdón Señor, solo tú ves lo que se hace en secreto y conoces las intenciones y los pensamientos del corazón. Yo te pido que me des dirección para actuar conforme a tu voluntad y no a mi parecer y te ruego que me permitas hacer nada más que tu voluntad en mi vida. Líbrame de hacer leyes que victimicen más y hagan más miserable al indefenso. Yo te lo ruego, en el nombre de Jesús, amén.

Efesios 5:18 NTV. No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo.

Creo que el mejor consejo de Dios para nuestras vidas y no solo en esta época del año, es como lo dice el verso de hoy (Efesios 5:18 NTV) No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo. Y cuando dice la palabra vino, se refiere a cualquier tipo de bebida embriagante, pues está claro que bajo los efectos del alcohol, nuestras vidas cambian y los riesgos aumentan.

A muchas personas en realidad les hace falta ser radicales con sus licencias con el alcohol y como lo dice el verso, más bien buscar la bendita voluntad de Dios para sus vidas y ser llenos del Espíritu Santo.

Vamos a orar.

Perdóname Señor por todos los momentos en que simplemente me dejo llevar por el alcohol y pierdo la vida abundante que tú me has dado, hoy reconozco que la bebida solo trae a mi vida división, engaño, separación, peleas y riesgos físicos y espirituales que no se pueden revertir. Te necesito Señor y te ruego en el nombre de Jesús que me des una nueva oportunidad de vivir sobrio y más bien completamente lleno de tu Santo Espíritu. En el nombre de Jesús, amén.

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