Salmo 9:10 NVI: En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, SEÑOR, jamás abandonas a los que te buscan.

Muchos son los cuestionamientos que todo el tiempo resultan cuando conversamos acerca de Dios; y en ocasiones, muchas las confrontaciones que se dan, por causa del querer hacer acomodos oportunistas que solo afirman la verdad que la palabra de Dios presenta, pues al hacerlo, solo se quiere esquivar y desobedecer lo que su palabra dice. Algunos, y más bien muchos, llegan a decir: «No estoy de acuerdo con lo que dice la Biblia», y es porque esas personas no han llegado al nivel de confianza con Dios como lo dice el verso de hoy.

Esa confianza solo se da en la medida en que conocemos a Dios, y nos damos cuenta de que no nos podemos atrever a hacer acomodos interpretativos, ni mucho menos a lanzar juicios que no nos corresponde hacer sobre Dios y su palabra. Por eso el verso dice que el conocer el nombre de Dios nos ayuda a tener una confianza plena en Él y en lo que es y puede hacer en nuestras vidas, pues Dios jamás abandona a los que le buscan.

Esa certeza puedes tener hoy: que Dios jamás nos abandona, si le buscamos, y si le buscamos, le obedecemos, y si le obedecemos, tendremos una vida tranquila y espiritualmente coherente y llena de verdad.

Vamos a orar.

Amado Señor, gracias por la confianza que puedo tener de que estoy viviendo mi vida conforme a tu voluntad y no conforme a mi capricho. Hoy me rindo a ti y te pido perdón por mi pecado y por mi maldad. Y te doy gracias porque sé que tú no me abandonas, ni me dejas, pues yo te busco Señor, y más que buscarte, anhelo y quiero radicalmente hacer nada más que tu voluntad y obedecerte. En el nombre de Jesús, amén.

Proverbios 9:10 NVI: «El comienzo de la sabiduría es el temor del SEÑOR; conocer al Santo es tener entendimiento».

Uno de los mayores beneficios de conocer a Dios es, como lo dice el verso, el Entendimiento, pues la mayoría de los problemas que hemos tenido que afrontar en la vida han llegado por falta de entendimiento.

Por falta de entendimiento podemos decir: «Mi hogar se destruyó», por falta de entendimiento también podremos decir: «Mi trabajo lo perdí», «No debí haber dicho eso», o «No debí haber reaccionado de esa manera». Por falta de entendimiento derroché y perdí, quise hacer mi voluntad y llevarle la contraria hasta al mismo Dios.

Por falta de entendimiento, usted mismo le puede agregar lo que le ha pasado por no tenerlo.

Por eso, al leer este verso, podemos entender que estamos llamados a buscar la voluntad de Dios y a vivir en ella, y no a ser unos insensatos que solo queremos hacer nuestra voluntad.

Necesitamos conocer a Dios en una relación íntima, de tal manera que teniendo una correcta perspectiva de Dios, la perspectiva de lo demás sea la correcta.

Vamos a orar.

Perdóname Señor por mi falta de entendimiento, pues por causa de no tenerlo, mi vida ha tomado destinos que solo me han alejado de ti y de tu voluntad para mi vida. Te necesito Señor, dueño y redentor mío. Quiero conocerte completamente para tener el entendimiento que viene de ti y se ajusta a tu voluntad para mi vida, de tal manera que me despoje de todo capricho y de todo aquello que me pueda apartar de ti. En el nombre de Jesús, amén.

Juan 17:3 NVI: Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.

Como lo estudiamos el día de ayer, el verso de Efesios nos decía (Efesios 5:17 NVI): «Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor». Hoy necesitamos ir un poco más profundo y reconocer que para lograrlo necesitamos conocer a Dios completamente, y si lo hacemos, ya entenderemos cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas.

Y es que cuando hacemos esto, nuestra vida va a estar mucho más tranquila, más sosegada, menos preocupada y menos angustiada y pendiente de un hilo, pues sabremos que nuestra vida depende completamente de Dios y de lo que Él quiere para nuestras vidas. Y esa es la vida eterna, como lo dice el verso, y para eso vinimos a este mundo, para conocer a Dios, al Dios verdadero, el Creador del cielo y de la tierra y de todo lo que hay y existe, y a Jesucristo, a quien Dios mismo envió para nuestra salvación y como prueba de su gran amor por nosotros.

Qué dicha que hoy pudieras hacer real en tu vida este verso de Juan y dedicarte deliberadamente a conocer a Dios, al único Dios verdadero, y a Jesucristo, quien Dios ha enviado para que le conozcamos y le entreguemos por completo nuestras vidas.

Vamos a orar.

Amado Dios, necesito conocerte y entender mi vida a la luz de tu palabra. Enséñame a hacer tu voluntad y no la mía. Me entrego a ti y reconozco mi pecado. Perdóname y límpiame Señor. Haz de mí una persona nueva. En el nombre de Jesús, amén.

Efesios 5:17 NTV: No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan.

Todo el tiempo estamos buscando y tratando de entender cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas, y como no leemos la Biblia, va a ser más difícil y creo yo casi imposible entender cuál es esa voluntad de Dios para nuestras vidas.

Así pues, como lo dice el verso de hoy, aquí podemos encontrar de manera directa cuál es esa voluntad de Dios, y en primer lugar nos damos cuenta que el verso dice: «No actúen sin pensar» y Dios lo que quiere de nosotros es que no actuemos sin pensar, como animalitos, al arbitrio de nuestras emociones o de nuestros deseos, no; Dios no quiere eso de nosotros, sino que cada cosa que hagamos y cada decisión que tomemos lo hagamos a conciencia y teniendo en cuenta los efectos de todo lo que podemos hacer y decidir.

En segundo lugar, el verso nos dice «más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan». Y si comenzamos por este verso, vamos a tener muchas cosas de la vida resueltas, pues de eso se trata la vida bajo la dirección de Dios, de entender que no debemos actuar sin pensar y que debemos todo el tiempo entender lo que el Señor quiere que hagamos.

Por eso la próxima vez, antes de hacer o decidir algo, puedes acercarte a Dios en su palabra y buscar su dirección.

Vamos a orar.

Amado Dios, te amo y te necesito, pues no quiero vivir y actuar en mi vida sin pensar, sin medir los efectos de mis decisiones. Enséñame Señor a hacer mi vida contigo completamente contigo y nada más que a tu lado, pues no quiero equivocarme más sin ti y andar a tientas sin ti. Quiero tu luz y tu guía Señor, tu paz y tu perdón, tu gracia y tu ternura. En tus manos estoy Señor y Dios de mi vida, en el nombre de Jesús, amén.

Jeremías 9:23-24 NTV: Esto dice el SEÑOR: «No dejen que el sabio se jacte de su sabiduría, o el poderoso, de su poder, o el rico, de sus riquezas. [24] Pero los que desean jactarse que lo hagan solamente en esto: en conocerme verdaderamente y entender que yo soy el SEÑOR quien demuestra amor inagotable, y trae justicia y rectitud a la tierra, y que me deleito en estas cosas. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!

En muchas ocasiones podemos llegar a pensar equivocadamente que los títulos académicos y la preparación intelectual es el más alto conocimiento que podemos llegar a tener. Y por eso muchas personas solo ambicionan escalar y escalar niveles de formación, de tal manera que en la sociedad puedan llamarse los más calificados para; los doctores, los eruditos, los sabios y los expertos en determinada área del conocimiento.

Si bien el estudio trae mucho provecho para las personas y la sociedad en general, más allá de eso, podemos entender que el conocimiento más sublime lo encontramos en la persona de Dios, pues detrás de este maravilloso conocimiento, nos podemos ver a nosotros mismos, en el reflejo que solo el espejo de Dios nos puede dar para entender la vida y el propósito que vinimos a cumplir cada uno de nosotros.

Definitivamente hay cosas que el estudio de la medicina, la arquitectura, la filosofía, la ingeniería y las muchas áreas del conocimiento no pueden resolver ni descifrar, y esto consiste en el complejo arte de vivir, que solo Dios nos puede enseñar a través de su palabra y no solo eso, sino que con pruebas reales nos puede mostrar cómo en la persona de Jesús, esto es posible en la tan contrariada y difícil práctica.

Jesús se hizo hombre para demostrarnos que es posible hacer nuestra vida conforme el Padre celestial lo ha diseñado desde la eternidad y sobre todo para mostrarnos la prioridad de conocer al Padre y su voluntad para nuestras vidas. El más elevado de todos los conocimientos es el conocimiento del Creador de todo lo que existe, pues sin ese Creador, ninguna de las cosas que tanto anhelamos conocer existiría.

Vamos a orar.

Amado Señor, te doy gracias por tu amor inagotable y por la exuberante creación que has diseñado para nuestro deleite y dicha. Hoy decido dedicarme a conocer tu voluntad para mi vida, tu palabra, tu nombre, tu poder y todos tus atributos en detalle, de tal manera que pueda hacer cada día más tu voluntad y enamorarme de quien lo hizo todo con la intención de mostrarme su amor infinito y su extravagante gracia. En el nombre de Jesús, amén.

2 Corintios 1:3-4 NVI: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, [4] quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.

A veces pensamos que el consuelo solo viene a nuestras vidas cuando estamos tristes o cuando pasamos por una situación difícil, y la verdad creo que es una manera bastante limitada de entender el consuelo.

Una de las cosas más hermosas que nos pueden pasar en la cotidianidad cuando llegamos a la casa es encontrar a las personas que amamos y darnos cuenta de que todos regresaron bien y con historias por contar de todo lo que pasó en su día, y ese compartir y el interés verdadero por el otro, hace que venga a nuestros corazones un consuelo que en ningún otro lugar podemos encontrar.

Así mismo, es cuando viene alguien de la familia que hace mucho tiempo no veíamos y nos damos cuenta que ese consuelo de estar juntos es la prueba máxima del amor que solo se tiene por las personas de la casa y que nos identifica como una manada.

En esos momentos, cuando podemos mirar a los ojos y preguntarnos las cosas que solo podemos conversar frente a frente, viene ese consuelo maravilloso que, lleno de un ADN único y especial, nos permite regocijarnos juntos en el amor que nunca puede morir ni terminarse, que es el único amor de la familia.

Es aquí donde toma sentido este verso que nos dice: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, [4] quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.»

Vamos a orar.

Amado Dios, gracias te doy por el regalo perfecto de la familia que solo tú pudiste inventar y definir de tan maravillosa manera, solo para nuestro consuelo y para nuestra dicha, pues sí que encontramos dicha y consuelo en la empatía que solo puede manifestarse en el verdadero interés que el amor familiar nos da. Yo te pido que nos permitas encontrar cada día más consuelo en la vida de las personas especiales que nos has dado como familia y disfrutarlos plenamente sin escatimar palabras, interés y amor. En el nombre de Jesús, amén.

Oseas 7:14 NTV: En lugar de invocarme con corazón sincero se quedan sentados en sus sillones y se lamentan. Se hacen cortaduras en el cuerpo y suplican grano y vino nuevo a dioses ajenos y se alejan de mí.

Cualquier parecido con la realidad, definitivamente no es coincidencia… En la época actual, en nuestra ciudad y más cerca de lo que nos podemos imaginar, la realidad espiritual de muchas personas es esta.

Demasiadas personas sentadas en sus sillones lamentándose y, como lo dice el verso, haciéndose cortaduras en el cuerpo y pidiendo cosas y cosas y cosas y nada más que cosas que en últimas no llenan la soledad ni el vacío de valores y principios que nos hemos hecho a nosotros mismos por no buscar a Dios ni querer hacer su voluntad.

Pedimos grano, vino y provisiones y queremos todas las comodidades posibles, pero sin buscar al dador de todo lo que hay y de todo lo que existe.

Por eso dice el verso claramente: «En lugar de invocarme con corazón sincero se quedan sentados en sus sillones y se lamentan. Se hacen cortaduras en el cuerpo y suplican grano y vino nuevo a dioses ajenos y se alejan de mí.»

Necesitamos buscar a Dios y conocer a Dios, pues de lo contrario seguiremos con altas estadísticas de personas muriendo en sus sillones, lamentándose y haciéndose cortaduras en sus cuerpos, buscando solo placer y diversión.

Vamos a orar.

Perdón Señor por tanta descomposición social y personal. Perdón por nuestra ignorancia de ti, pues en los momentos más difíciles ni siquiera sabemos que podemos acudir a ti, y es porque no te conocemos ni te buscamos como lo debemos hacer. Con el Espíritu, pero también con el entendimiento, con reverencia, devoción y pureza. Quiero conocerte Señor y aprender a vivir la vida solamente a tu manera. En el nombre de Jesús, amén.

Esdras 7:10 NTV: Así fue porque Esdras había decidido estudiar y obedecer la ley del SEÑOR y enseñar sus decretos y ordenanzas al pueblo de Israel.

Estas tres acciones que se muestran en este verso de Esdras son radicalmente las tareas más importantes, o diría yo más bien que tareas, las acciones más importantes que un creyente debe hacer sin falta.

Es solo estudiando la palabra de Dios como podemos llegar a tener la libertad espiritual que tanto anhelamos y de esa manera llegar a tener razones suficientes para poner en práctica lo que podemos ver en el espejo de Dios a través de las Escrituras.

No hay relación con Dios si no leemos su palabra y buscamos entender quién es Dios, cuáles son sus atributos y cuáles sus maneras de obrar en nuestras vidas, pues Dios de manera directa nos habla a través de su palabra y nos instruye completamente en cada una de nuestras situaciones.

Quedaríamos simplemente como raquíticos espirituales o desnutridos espirituales si no aplicamos lo que el verso de Esdras nos muestra y nos dedicamos completamente al estudio de la bendita palabra de Dios, a ponerla en práctica radicalmente y a enseñarla como prueba de lo que ella ha hecho en nosotros.

Vamos a orar.

Amado Dios, yo solo quiero saberlo todo de ti, conocerlo todo de ti y recibir de ti la fuerza, la gracia y la sabiduría que necesito para ponerla completamente en práctica, pues anhelo experimentar la pureza que viene de ti y más allá de eso también quiero experimentar completamente el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la humildad y el dominio propio que provienen de tu Santo Espíritu. Facúltame Señor con idoneidad y verdad para transmitir tu palabra y enseñarla con amor a todos cuantos pasen por mi camino y que mi vida sea completamente llena de ti. En el nombre de Jesús, amén.

2 Corintios 4:4 NTV: Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.

La Buena Noticia ha sido revelada y está a disposición de todos, excepto de aquellos que se niegan a creer. Y en esta época nos damos cuenta de ello, pues cada vez que se habla de Dios en las esquinas de la ciudad, muchos son los que atienden el bendito mensaje de la palabra de Dios, pero así mismo, muchos son los que aún engañados se molestan y reniegan de la predicación de la palabra.

Por eso sabemos que Satanás es «el dios de este mundo», y que él se dedica a engañar la gente y ha cegado a quienes no creen en Cristo, llenándolos de motivos falsos que impiden, en medio de su ingenuidad, conocer a Dios y sus propósitos para nuestras vidas.

Todas estas personas más bien prefieren quedarse en la atracción que tienen el dinero, el poder y el placer, que de todas las maneras, lo único que provoca es que la gente se aleje de la luz de la Buena Noticia de Cristo.

Sin darse cuenta, los que rechazan a Cristo y prefieren seguir sus propios deseos han hecho de Satanás su dios.

Vamos a orar.

Amado Dios, hoy yo te pido por todos aquellos que detestan que se comparta tu palabra y que llenos de incomodidad más bien hacen lo posible para atacar y destruir lo que tu palabra llena de principios y valores de vida contiene. Abre los ojos de nuestro entendimiento para verte Señor y hacerte el dueño y soberano de nuestras vidas, pues sin ti y lejos de ti nada podemos hacer y más bien si vamos directo a la muerte, enmascarada de poder, dinero y placer. Te amo Señor y te necesito, llena nuestras vidas de tu palabra que da vida y permítenos florecer en tu amor. En el nombre de Jesús, amén.

Gálatas 1:6-7 NTV: Estoy horrorizado de que ustedes estén apartándose tan pronto de Dios, quien los llamó a sí mismo por medio de la amorosa misericordia de Cristo. Están siguiendo un evangelio diferente, que aparenta ser la Buena Noticia, [7] pero no lo es en absoluto. Están siendo engañados por los que a propósito distorsionan la verdad acerca de Cristo.

En esa época, y también en la nuestra, la gente que predicaba «un evangelio diferente» enseñaba que los gentiles tenían que seguir las leyes y las costumbres judías para ser salvos, especialmente el rito de la circuncisión; pues aducían que tener fe en Cristo no era suficiente. Este mensaje claramente en esa época y en esta era moderna debilita la verdad de que la salvación es un regalo y no una recompensa que se gana por cumplir ciertos requisitos.

Es Jesucristo quien nos ofrece este regalo a todos nosotros, y no solamente a los judíos. Por eso debemos tener cuidado de quienes dicen que para ser salvo hay que hacer algo además de tener fe en Cristo, pues las personas que agregan requisitos a la fe en Cristo niegan el poder de su muerte en la cruz.

Vamos a orar.

Amado Dios, perdóname por mi incredulidad y mis maneras equivocadas de pensar que puedo recibir tu paz, tu perdón y tu gracia. Hoy creo y recibo todo de ti, por la gracia y el sacrificio de tu hijo en la cruz. Con tenerte me basta Señor y eso quiero para mi vida, conocerte cada día más y hacer nada más que tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén

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