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Salmos 34:12-16 NTV. ¿Quieres vivir una vida larga y próspera? [13] ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras! [14] Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y esfuérzate por mantenerla. [15] Los ojos del SEÑOR están sobre los que hacen lo bueno; sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio. [16] Pero el SEÑOR aparta su rostro de los que hacen lo malo; borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.
Si leemos entre líneas este verso, no podemos darnos cuenta que hay dentro de él siete cosas que si lo leemos de corrido a veces podemos no entender lo que verdaderamente dice y pasar por alto muchas otras cosas más.
Primera cosa, antes de las siete, es una pregunta de Dios para nosotros. ¿Quieres vivir una vida larga y próspera? Lo repito ¿Quieres vivir una vida larga y próspera? Y la respuesta de todos nosotros yo creo que es sí, claro que sí, pero ¿qué tengo que hacer para lograrlo?
Primero, dice el verso: refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras! Y la verdad solo con Dios tú y yo podemos resolver este asunto, pues solo Él nos puede revelar en este momento de qué maneras hablamos el mal y así mismo, cuántas mentiras se siguen colando en nuestro diario vivir.
Segundo, dice el verso. Si quieres vivir una vida larga y próspera «[14] Apártate del mal y haz el bien; » y en este punto solo Dios te puede dejar ver lo que te hace mal y las maneras como puedes hacer el bien.
Tercero; «busca la paz y esfuérzate por mantenerla.» Cosa que en ocasiones nos queda difícil y como lo dice el verso necesitamos esforzarnos por mantener la paz.
Cuarto. «Los ojos del SEÑOR están sobre los que hacen lo bueno;» y qué dicha que así sea, porque eso significa claridad para todos nosotros y certeza de que Dios siempre está ahí y que más bien nosotros no debemos sentir ni pensar que no, que no está y que no le importa, cuando la verdad es que sus ojos no dejan de mirarnos.
Quinto; «sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio.» Dios nos escucha y siempre está atento a nuestras súplicas y necesidades.
Sexto y séptimo; «Pero el SEÑOR aparta su rostro de los que hacen lo malo; y borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.» Y yo creo que hasta mejor….pues aun así, Dios en su misericordia hace que todas esas cosas feas que podemos llegar a hacer queden en el olvido y nadie los recuerde ni las recuerde.
Vamos a, orar.
Amado Dios, yo quiero vivir una vida larga y próspera y por eso te pido que me permitas refrenar mi lengua, limpiarla de mentiras, apartarme del mal y hacer el bien, buscar la paz y esforzarme por mantenerla, pues sé que tus ojos me miran y tus oídos están atentos a mi clamor. Hoy te pido perdón por mi desidia y mi insensatez. Perdóname Señor, no quiero seguir haciendo lo malo, sino más bien, edificar mi vida conforme a tu bendita voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
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Salmo 138:8 NTV. El SEÑOR llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh SEÑOR, permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste.
Cuando leemos la bendita palabra de Dios, tenemos siempre dos opciones, creer o no creer, y yo creo que la primera es mucho mejor cuando de hablar de fe se trata. Así que podemos decir con confianza, seguridad y mucha fe, escrito está como lo dice el verso que tú llevarás a cabo los planes que tienes para mi vida, que tú eres quien está al mando de la nave de mi vida.
Todo esto nos debe hacer entender y creer como lo dice el verso, que el fiel amor de Dios permanece para siempre, no es eventual ni mucho menos irregular o cambiante, no, es para siempre y eterno.
Finalmente podemos decir de nuevo, escrito está Señor, no me abandones porque tú me creaste. Y eso lo creo Señor, tú no me abandonas, porque soy una creación tuya y te pertenezco.
Vamos a orar.
Amado Dios, hoy elijo creer en vez de dudar, hacer tu voluntad en vez de la mía, escoger la verdad en vez de la mentira, el contentamiento en vez de la tristeza, la fe en vez de la incredulidad, mirarte a ti en vez de mirar al mundo, escuchar tu voz en vez de escuchar las voces en mi mente, descansar en ti en vez de confiar en mis propias fuerzas y amarte a ti con todas mis fuerzas, mi alma, mi mente y mi corazón, pues tuyo soy y mi vida está en tus manos. En el nombre de Jesús, amén.
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Santiago 4:7 NTV. Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.
A veces, como lo dice la versión de la Biblia el Mensaje, necesitamos dejar que Dios cumpla su propósito en nosotros, porque sí que somos estorbo la mayoría del tiempo para sus planes. Dice el verso (Santiago 4:7-10, MSG) «Griten un no rotundo al diablo y verán como desaparece. Digan un sí apacible a Dios y él estará presente de inmediato» y sí, así es, solo basta con darle un sí apacible a Dios, para que él venga de nuevo a ayudarnos y a enderezar lo que torcimos.
Sigue diciendo el verso, (Santiago 4:7-10, MSG) «Alejense del pecado. Purifiquen su vida interior. Dejen de ser inconstantes…… «Se acabaron la diversión y los juegos. Sean serios, responsables. Arrodíllense ante el Señor; es la única forma de que sean exaltados».
(Santiago 4:11-12, MSG) Hermanos, no hablen mal unos de otros. Es la palabra de Dios, su mensaje, su ley suprema, la que es afrentada con ese tipo de conversaciones. Deben honrar el mensaje, no mancharlo. Dios decide el futuro de los hombres ¿Quiénes se creen que son para entrometerse en el destino de los demás?
Vamos a orar.
Ayúdame y enséñame Señor, solo no lo puedo hacer. Ayúdame a ser radical con el diablo, el mundo y la tentación y ser fiel a ti. Quiero que se cumpla tu propósito en mi vida y no ser un estorbo para los planes que tienes para mí. Acércame a ti y a tu voz, pues quiero escucharte y obedecerte y esto te lo pido, agradecido y confiado, en el nombre de Jesús, amén.
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Santiago 4:1-2 NTV. ¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior? [2] Desean lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios.
Todas las respuestas que necesitemos tener, siempre las vamos a encontrar en la bendita palabra de Dios. El verso claramente nos dice «¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior?» Y sí, esa es la realidad.
De ahí salen y se hacen más que evidentes en nuestra cotidianidad. Querer hacer mi voluntad, argumentar, desear, envidiar lo que otros tienen, compararme, hacerle la guerra a alguien o a mí mismo y muchas actitudes solapadas en nosotros, no hacen más que revelar lo que está pasando por dentro.
Finalmente el verso dice, ¿Saben por qué están pasando todas estas cosas? «no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios.» Y si lo hiciéramos de esa manera, todo estaría mucho mejor.
Vamos a orar.
Perdóname Señor por mi actitud contenciosa y desobligante, hoy yo te pido que me cambies y me permitas comenzar de nuevo y ser una persona diferente. Yo te lo pido, en el nombre de Jesús, amén.
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Mateo 16:24 NTV. Luego Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz y seguirme.
En muchas ocasiones pensamos que por un lado podemos decir de dientes para afuera y como lo dice la Biblia, que amamos al Señor, cuando en realidad nuestro corazón está lejos de él. Y en este caso (Isaiah 29:13 NVI) aplica de la misma manera cuando no queremos como lo dice el verso, abandonar nuestra manera egoísta de vivir.
En la versión de la Biblia el Mensaje, el verso dice: (Mateo 16:24-26) «El que quiera venir conmigo, olvídense de sí mismo, tome su cruz y sígame. Yo soy el que manda, no ustedes.»
Y me parece muy preciso como lo dice esta versión, pues la realidad es que decimos mucho amar a Dios, pero en realidad queremos mandar nosotros.
Vamos a orar.
Perdóname Señor por querer hacer siempre mi voluntad y mi capricho y con ello dañarme a mí mismo y a los demás. No quiero desviarme del plan que tú ya trazaste para mí y quiero más bien buscar la manera, a como de lugar, de hacer tu voluntad y obedecerte. Tuyo soy Señor y me entrego a ti completamente, en el nombre de Jesús, amén.
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1 Juan 2:15 NTV. No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece, porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes.
En la versión de la Biblia el Mensaje, dice el verso (1 Juan 2:15-17) “No amen los caminos del mundo. Tampoco amen los bienes del mundo. El amor al mundo ahoga el amor al Padre. Prácticamente todo lo que sucede en el mundo (querer las cosas a su manera, anhelar todo para sí, desear parecer importante) no tiene relación alguna con el Padre; al contrario, sólo los aísla de él. El mundo y todo su querer, anhelar y desear están en vías de desaparición, pero el que hace la voluntad de Dios permanece por la eternidad.”
Muchas de las cosas que hacemos, verdaderamente ahogan el amor, el verdadero amor; y mientras tanto, nosotros pensamos que lo estamos logrando todo y teniéndolo todo, cuando no es más que un espejismo que el mundo nos quiere dar, para mostrarnos la falsa llenura y la falsa felicidad.
Por eso no debemos amar al mundo, ni las cosas que él ofrece, porque cuando lo hacemos, dejamos de lado el amor del Padre, quien claramente todo el tiempo no hace más que aconsejarnos y mostrarnos el camino seguro a seguir.
Vamos a orar.
Amado Dios, perdóname por alejarme de ti y querer absorberme el mundo como si fuera la llenura y la respuesta que necesito. Hoy reconozco que todo ello solo me seca y me drena completamente el alma, el corazón y la verdadera vida llena de vida. Te pido perdón Señor, acércame de nuevo a ti y a tu perfecta voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
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Mateo 16:23 NTV. Jesús se dirigió a Pedro y le dijo: -¡Aléjate de mí, Satanás! Representas una trampa peligrosa para mí. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no desde el punto de vista de Dios.
Cuando vemos las cosas desde el punto de vista que nos conviene o que nos lleva la línea con el capricho del momento, indudablemente no vamos a querer que Dios intervenga, ni como dicen por ahí que entre en ese lugar.
Fácilmente y más de lo que nos podemos imaginar el rumbo se nos puede extraviar; y esto pasa porque nos dejamos llevar por las emociones o por las ganas de recibir aprobación, amor, dinero, amigos, placer y quién sabe cuántas cosas más.
Lo cierto es que como le sucedió a Pedro, pensando que estaba en lo correcto, a nosotros también nos puede suceder, que nos llenemos de niebla y bruma que no nos deje ver el peligro o que más bien enmascare lo que estamos haciendo, como algo bueno, cuando en realidad no lo es.
Jesús le dijo a Pedro en ese momento. Pedro, «representas una trampa peligrosa para mí.» Pues no ves las cosas desde el punto de vista de Dios y su voluntad, sino desde tu punto de vista que siempre será simplemente humano.
Ahora bien, ¿Cuál es tu punto de vista?, y ¿Cuál de todos ellos quieres escoger?
Vamos a orar.
Ayúdame Señor, en medio de mi confusión y lejanía de ti y tu perfecto amor. Yo sé que tú me amas y más de lo que me puedo imaginar y por eso mismo tú sabes lo que es mejor para mí. Muéstrame el camino que has planeado para mí y enséñame a hacer tu voluntad y a mirar desde tu punto de vista cada día de mi vida. Yo te lo ruego, confiado y tranquilo de que sigues obrando tu perfecta voluntad en mi vida, en el nombre de Jesús, amén.
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Mateo 16:26 NTV. ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma?
En muchas ocasiones y de manera equivocada pensamos que nos estamos literalmente «comiendo el mundo» y que lo estamos alcanzando todo; logros, títulos, fama, amistades, reconocimientos, aprobación, y muchas cosas más. Y la verdad es que en la mayoría de los casos, detrás de todo ello, en vez de realización viene vacío y caos, división familiar, tristeza y la pérdida del mayor tesoro que podamos tener: la familia.
No sé qué valor le puedas poner a un hermano, o a tus hijos, o tus sobrinos o a tus papás, pero la realidad es que por poco que valgan, no vale la pena dejarlos y apartarse por cosas que al final no son más que pasajeras.
El tiempo pasa y las épocas pasan, pero lo que queda es el resultado de las buenas o las malas decisiones que tomamos, de los amigos que escogemos y las cosas que finalmente hacemos. Todo ello, tarde que temprano pasa factura y muy cara.
Por eso el verso de hoy es tan claro y preciso para llamar nuestra atención sobre el camino que vamos a escoger y como siempre Dios lo resuelve de la mejor manera y la más sencilla, con una pregunta (Mateo 16:26 NTV) ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma?
La respuesta es, no tiene precio; y nunca lo tendrá y por eso Dios nos llama de nuevo a volver al camino de la sensatez, la obediencia, los principios y los valores, la familia, el ser de nuevo selectivos y definitivamente escoger el camino del bien y no del mal.
Vamos a orar.
Ayúdame Señor a volver a ti y a poner en orden lo que solo yo he podido desordenar con mis decisiones. Gracias por el regalo perfecto que me has dado a través de una familia imperfecta, pero que amo y no ha hecho más que darme lo mejor para llegar hasta aquí. Solo tú me puedes mostrar el camino y apartarme de todo lo que me hace daño y me quiere matar, robar y destruir. Tuyo soy Señor, enséñame a hacer tu voluntad y no la mía. En el nombre de Jesús, amén.
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Jeremías 30:17 RV60. Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.
A veces podemos pensar que de nosotros nadie se acuerda, o que no hemos sido realmente importantes para las personas y en ocasiones podemos pensar que ni para Dios hemos sido importantes. La verdad es que el verso de Jeremías, nos dice todo lo contrario y por eso es que es tan necesario leer y buscar respuestas en la bendita palabra de Dios.
El verso nos dice «yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.» Pero yo sí me acuerdo de ti y por eso te digo que haré venir sobre tu vida sanidad y sanaré también tus heridas, porque te llamaron desechada, o de la que nadie se acuerda, pero yo te conozco por tu nombre.
Solo Dios nos conoce completamente y es también el único que nos puede dar el lugar que a veces de manera personal hemos querido buscar, pero que solo en las manos de Dios está el dárnoslo.
Vamos a orar.
Gracias Señor por tus promesas de protección, cuidado y amor para mí. Hoy reconozco que solo tú me cuidas y me proteges y sabes lo que es mejor para mi vida. Nadie más lo sabe Señor. Solo tú. Por eso te pido que me guíes y me dejes escuchar tu voz, para seguir la dirección y el consejo, que solo tú me puedes dar. En el nombre de Jesús, amén.
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Salmos 34:12-16 NTV. ¿Quieres vivir una vida larga y próspera? [13] ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras! [14] Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y esfuérzate por mantenerla. [15] Los ojos del SEÑOR están sobre los que hacen lo bueno; sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio. [16] Pero el SEÑOR aparta su rostro de los que hacen lo malo; borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.
Si leemos entre líneas este verso, no podemos darnos cuenta que hay dentro de él siete cosas que si lo leemos de corrido a veces podemos no entender lo que verdaderamente dice y pasar por alto muchas otras cosas más.
Primera cosa, antes de las siete, es una pregunta de Dios para nosotros. ¿Quieres vivir una vida larga y próspera? Lo repito ¿Quieres vivir una vida larga y próspera? Y la respuesta de todos nosotros yo creo que es sí, claro que sí, pero ¿qué tengo que hacer para lograrlo?
Primero, dice el verso: refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras! Y la verdad solo con Dios tú y yo podemos resolver este asunto, pues solo Él nos puede revelar en este momento de qué maneras hablamos el mal y así mismo, cuántas mentiras se siguen colando en nuestro diario vivir.
Segundo, dice el verso. Si quieres vivir una vida larga y próspera «[14] Apártate del mal y haz el bien; » y en este punto solo Dios te puede dejar ver lo que te hace mal y las maneras como puedes hacer el bien.
Tercero; «busca la paz y esfuérzate por mantenerla.» Cosa que en ocasiones nos queda difícil y como lo dice el verso necesitamos esforzarnos por mantener la paz.
Cuarto. «Los ojos del SEÑOR están sobre los que hacen lo bueno;» y qué dicha que así sea, porque eso significa claridad para todos nosotros y certeza de que Dios siempre está ahí y que más bien nosotros no debemos sentir ni pensar que no, que no está y que no le importa, cuando la verdad es que sus ojos no dejan de mirarnos.
Quinto; «sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio.» Dios nos escucha y siempre está atento a nuestras súplicas y necesidades.
Sexto y séptimo; «Pero el SEÑOR aparta su rostro de los que hacen lo malo; y borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.» Y yo creo que hasta mejor….pues aun así, Dios en su misericordia hace que todas esas cosas feas que podemos llegar a hacer queden en el olvido y nadie los recuerde ni las recuerde.
Vamos a, orar.
Amado Dios, yo quiero vivir una vida larga y próspera y por eso te pido que me permitas refrenar mi lengua, limpiarla de mentiras, apartarme del mal y hacer el bien, buscar la paz y esforzarme por mantenerla, pues sé que tus ojos me miran y tus oídos están atentos a mi clamor. Hoy te pido perdón por mi desidia y mi insensatez. Perdóname Señor, no quiero seguir haciendo lo malo, sino más bien, edificar mi vida conforme a tu bendita voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
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Salmo 94:11 NTV. El SEÑOR conoce los pensamientos de la gente; ¡sabe que no valen nada!
Cuántas veces podemos vivir engañados pensando que lo que hay en nuestra cabeza es superior a lo que piensan los demás y eso que muchas personas pueden sentir esto, aun en medio de pensamientos vacíos, egoístas y seguramente frívolos.
Y también: «El SEÑOR conoce los pensamientos de los sabios; sabe que no valen nada». dice (1 Corintios 3:20 NTV) y eso significa que ni siquiera aquellos pensamientos que parecen nobles, técnicos, altruistas, cientificistas, o resolutorios son pensamientos que puedan superar la gracia de Dios o a Dios mismo, pues su palabra dice que esos pensamientos tampoco valen nada.
Y yo quisiera que cada uno de nosotros simplemente pudiera entender que cuando Dios dice que esos pensamientos no valen nada, se refiere creo yo a que no nos debemos ufanar de nada, ni de las ideas, pues eso nos envanece y nos ridiculiza como personas que solo buscan la gloria y el reconocimiento por lo que piensan.
Por eso Dios dice, esos pensamientos no valen nada si van a hacer de ti una mala persona, o una persona engreída.
Vamos a orar.
Perdóname Señor por tanta vanidad que viene a mi vida, solo por el hecho de pensar o tener ideas que a la final solo me vuelven orgulloso y arrogante. Hoy reconozco que necesito de ti para que mi vida tenga sensatez y cordura, humildad y prudencia, pues tus pensamientos son más altos que los míos y mis hermanos más importantes que yo mismo. En el nombre de Jesús, amén.
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