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Proverbios 17:14 NTV: Comenzar una pelea es como abrir las compuertas de una represa, así que detente antes de que estalle la disputa.
Normalmente cuando nos metemos en una pelea, decimos cosas como «él empezó, ella comenzó» y no nos damos cuenta que así el otro haya comenzado, nosotros continuamos algo que no debimos. El verso de hoy, más que claro, es directo para advertirnos que no debemos ni comenzar una pelea, ni mucho menos continuarla, pues el hacerlo significa abrir las compuertas de una represa que fácilmente no se detendrá.
Termina el verso diciendo: «por favor, detente antes de que estalle la disputa», antes de que el carácter te traicione, antes de que digas lo que no debiste y antes de que termines en la ruina espiritual de un carácter dominado por los impulsos y la contienda.
Vamos a orar.
Perdóname Señor por dejarme llevar o por ser quien ha iniciado peleas y discusiones. Hoy reconozco que la pelea no es más que el reflejo de cuánto me faltas. Perdóname Señor. No lo puedo lograr solo sin ti. Renuncio a pelear y a continuar alguna pelea. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 8 de noviembre. No comiences.
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Proverbios 17:14 NTV: Comenzar una pelea es como abrir las compuertas de una represa, así que detente antes de que estalle la disputa.
Normalmente cuando nos metemos en una pelea, decimos cosas como «él empezó, ella comenzó» y no nos damos cuenta que así el otro haya comenzado, nosotros continuamos algo que no debimos. El verso de hoy, más que claro, es directo para advertirnos que no debemos ni comenzar una pelea, ni mucho menos continuarla, pues el hacerlo significa abrir las compuertas de una represa que fácilmente no se detendrá.
Termina el verso diciendo: «por favor, detente antes de que estalle la disputa», antes de que el carácter te traicione, antes de que digas lo que no debiste y antes de que termines en la ruina espiritual de un carácter dominado por los impulsos y la contienda.
Vamos a orar.
Perdóname Señor por dejarme llevar o por ser quien ha iniciado peleas y discusiones. Hoy reconozco que la pelea no es más que el reflejo de cuánto me faltas. Perdóname Señor. No lo puedo lograr solo sin ti. Renuncio a pelear y a continuar alguna pelea. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes