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Efesios 2:1-5 NTV: Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. [2] Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo -el líder de los poderes del mundo invisible-, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. [3] Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás. [4] Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto [5] que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)
Cuando no tenemos la presencia de Dios en nuestras vidas, no nos dedicamos a conocer a Dios, aprendemos a vivir nuestras vidas independientemente de Dios, y entonces nos damos mañas para aguantar, triunfar, trabajar y sobrevivir en este mundo caído, y sin tener otro recurso, andamos según el que gobierna las tinieblas, haciendo nuestra voluntad y completamente apartados de buscar la dirección de Dios para vivir.
Todas estas acciones, sin demora, traerán desdicha, frustración, soledad, peleas, divisiones, ambición, lujuria, divorcios, destrucción del hogar y muchas cosas más, como fruto de aprender a vivir la vida independientemente de la voluntad de Dios.
Por eso el verso nos recuerda la necesidad imperiosa que tenemos de entender cómo se vive la vida a la manera de Dios, pues el verso lo dice: «Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto [5] que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)»
En Cristo todas estas realidades serán posibles en nuestra vida, si nos dedicamos a conocer la voluntad de Dios y a aplicar lo que su palabra dice, respecto de nuestras relaciones, de nuestra manera de ser y de pensar y sobre todo de nuestras maneras de ser y de existir en la vida real.
Termina el verso de Efesios diciendo: (Efesios 2:8-10 NTV) «Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. [9] La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. [10] Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.»
Vamos a orar.
Perdóname Señor y hazme nuevo, pues cada día reconozco que sin ti no es posible lograrlo. Te entrego mi orgullo y mi terquedad, mi carácter y mi negligencia y te ruego que me permitas hacer nada más que tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 23 de agosto. Es solo por gracia.
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Efesios 2:1-5 NTV: Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. [2] Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo -el líder de los poderes del mundo invisible-, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. [3] Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás. [4] Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto [5] que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)
Cuando no tenemos la presencia de Dios en nuestras vidas, no nos dedicamos a conocer a Dios, aprendemos a vivir nuestras vidas independientemente de Dios, y entonces nos damos mañas para aguantar, triunfar, trabajar y sobrevivir en este mundo caído, y sin tener otro recurso, andamos según el que gobierna las tinieblas, haciendo nuestra voluntad y completamente apartados de buscar la dirección de Dios para vivir.
Todas estas acciones, sin demora, traerán desdicha, frustración, soledad, peleas, divisiones, ambición, lujuria, divorcios, destrucción del hogar y muchas cosas más, como fruto de aprender a vivir la vida independientemente de la voluntad de Dios.
Por eso el verso nos recuerda la necesidad imperiosa que tenemos de entender cómo se vive la vida a la manera de Dios, pues el verso lo dice: «Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto [5] que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)»
En Cristo todas estas realidades serán posibles en nuestra vida, si nos dedicamos a conocer la voluntad de Dios y a aplicar lo que su palabra dice, respecto de nuestras relaciones, de nuestra manera de ser y de pensar y sobre todo de nuestras maneras de ser y de existir en la vida real.
Termina el verso de Efesios diciendo: (Efesios 2:8-10 NTV) «Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. [9] La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. [10] Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.»
Vamos a orar.
Perdóname Señor y hazme nuevo, pues cada día reconozco que sin ti no es posible lograrlo. Te entrego mi orgullo y mi terquedad, mi carácter y mi negligencia y te ruego que me permitas hacer nada más que tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes