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Mateo 3:3 NVI: Juan era aquel de quien había escrito el profeta Isaías: «Voz de uno que grita en el desierto: “Preparen el camino para el Señor, háganle sendas derechas”».
Todas las puertas de entendimiento espiritual fueron abiertas a través de Juan el Bautista con su llegada a predicar en el desierto de Judea. Y el mensaje no puede ser más claro desde ese tiempo hasta la fecha: «Preparen el camino para el Señor». Y eso es lo que debemos hacer de manera personal, pues la invitación eterna de parte de Dios para cada uno de nosotros, consiste solo en esto: preparar el camino para el Señor.
Y todo esto de preparar el camino significa conocer a Dios, arrepentirnos, buscar la unidad los unos con los otros, buscar los tesoros del cielo y no los de la tierra, y dedicarnos completamente a hacer la voluntad de Dios y no la nuestra, a seguir a Dios y no a los caprichos de este mundo.
Finalmente, necesitamos hacer como lo dice el verso, sendas derechas para el Señor, y eso significa: perdonarnos a nosotros mismos, perdonar las faltas de los demás sobre nosotros y pedir perdón por nuestros pecados y afrentas a los demás. Con eso podremos en el camino de hacer sendas derechas para el Señor, al menos esforzarnos por hacer realidad el mandamiento de amarnos los unos a los otros como el Señor mismo nos ha amado.
Vamos a orar.
Gracias Señor por tu manera clara de hablar y de poner sobre la mesa de nuevo la invitación a preparar el camino para ti y a hacer sendas derechas en nuestra vida, de tal manera que podamos hacer por fin tu voluntad. Solo tú me conoces y sabes cuántas cosas hay en mí que necesitan ser restauradas y cambiadas completamente, y por eso te pido que obres en mí tu perfecta y buena voluntad, ya que sin ti nada es posible y en mis fuerzas va a ser imposible de lograr. Tuyo soy Señor y me entrego a ti completamente, en el nombre de Jesús. Amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 4 de agosto. Prepararse y hacer
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Mateo 3:3 NVI: Juan era aquel de quien había escrito el profeta Isaías: «Voz de uno que grita en el desierto: “Preparen el camino para el Señor, háganle sendas derechas”».
Todas las puertas de entendimiento espiritual fueron abiertas a través de Juan el Bautista con su llegada a predicar en el desierto de Judea. Y el mensaje no puede ser más claro desde ese tiempo hasta la fecha: «Preparen el camino para el Señor». Y eso es lo que debemos hacer de manera personal, pues la invitación eterna de parte de Dios para cada uno de nosotros, consiste solo en esto: preparar el camino para el Señor.
Y todo esto de preparar el camino significa conocer a Dios, arrepentirnos, buscar la unidad los unos con los otros, buscar los tesoros del cielo y no los de la tierra, y dedicarnos completamente a hacer la voluntad de Dios y no la nuestra, a seguir a Dios y no a los caprichos de este mundo.
Finalmente, necesitamos hacer como lo dice el verso, sendas derechas para el Señor, y eso significa: perdonarnos a nosotros mismos, perdonar las faltas de los demás sobre nosotros y pedir perdón por nuestros pecados y afrentas a los demás. Con eso podremos en el camino de hacer sendas derechas para el Señor, al menos esforzarnos por hacer realidad el mandamiento de amarnos los unos a los otros como el Señor mismo nos ha amado.
Vamos a orar.
Gracias Señor por tu manera clara de hablar y de poner sobre la mesa de nuevo la invitación a preparar el camino para ti y a hacer sendas derechas en nuestra vida, de tal manera que podamos hacer por fin tu voluntad. Solo tú me conoces y sabes cuántas cosas hay en mí que necesitan ser restauradas y cambiadas completamente, y por eso te pido que obres en mí tu perfecta y buena voluntad, ya que sin ti nada es posible y en mis fuerzas va a ser imposible de lograr. Tuyo soy Señor y me entrego a ti completamente, en el nombre de Jesús. Amén.
MIguel Montes