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Isaías 59:14-15 NTV: Nuestros tribunales se oponen a los justos, y no se encuentra justicia por ninguna parte. La verdad tropieza por las calles y la honradez ha sido declarada ilegal. [15] Sí, la verdad ha desaparecido y se ataca a todo el que abandona la maldad. El SEÑOR miró y le desagradó descubrir que no había justicia.
Cuando leemos este verso, nos podemos dar cuenta que lo que pasa en la actualidad, responde a que deliberadamente nos hemos alejado de reconocer a Dios en todas nuestras acciones y las maneras como percibimos la realidad y lo que como personas, familias y país estamos haciendo. Claramente lo que describe el verso de Isaías, muestra nuestra realidad actual en la que la justicia y el derecho ya no son ni lo uno ni lo otro y que además de todo ello, lo que realmente es bueno, se considera cada vez más como algo fuera de lo común y radicalmente malo.
Hoy en día se declara ilegal los principios y los valores y a sucesión de esto, más bien se le da cabida a todo aquello que pervierta y dañe hasta la inocencia de nuestros niños. Toda esta degradación e insolencia, solo nos muestra claramente la necesidad que tenemos todos como país de volvernos a Dios y sus caminos, pues de lo contrario cada día la situación de nuestro país estará más a la deriva de la ambición, la perversión y la injusticia.
Creo que si cada uno en su individualidad y sumado a esto cada familia, cada departamento y finalmente la nación hacemos nuestra tarea de volvernos a Dios y hacer su voluntad y no la nuestra, poco a poco podremos recuperar el gran tesoro que se nos ha perdido que consiste sencillamente y si lo queremos en comprender las palabras del que murió en la cruz, como lo dice el himno nacional y desde luego, ponerlo en práctica.
Vamos a orar. Amado Dios, hoy yo te pido por mi nación, por mis hijas, mis hijos, mi familia, nuestro gobierno y por cada persona que de manera honrada busca hacer tu voluntad y de esta manera cambiar la realidad de nuestro país. También te ruego Señor que una profunda conciencia y conocimiento de ti, sea el punto de partida para volver a nacer como nación y recuperar con ella, lo que la ambición, la avaricia, el orgullo y la arrogancia de los gobiernos han destruido por estar lejos de ti. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 20 de julio. Nuestro país necesita de Dios
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Isaías 59:14-15 NTV: Nuestros tribunales se oponen a los justos, y no se encuentra justicia por ninguna parte. La verdad tropieza por las calles y la honradez ha sido declarada ilegal. [15] Sí, la verdad ha desaparecido y se ataca a todo el que abandona la maldad. El SEÑOR miró y le desagradó descubrir que no había justicia.
Cuando leemos este verso, nos podemos dar cuenta que lo que pasa en la actualidad, responde a que deliberadamente nos hemos alejado de reconocer a Dios en todas nuestras acciones y las maneras como percibimos la realidad y lo que como personas, familias y país estamos haciendo. Claramente lo que describe el verso de Isaías, muestra nuestra realidad actual en la que la justicia y el derecho ya no son ni lo uno ni lo otro y que además de todo ello, lo que realmente es bueno, se considera cada vez más como algo fuera de lo común y radicalmente malo.
Hoy en día se declara ilegal los principios y los valores y a sucesión de esto, más bien se le da cabida a todo aquello que pervierta y dañe hasta la inocencia de nuestros niños. Toda esta degradación e insolencia, solo nos muestra claramente la necesidad que tenemos todos como país de volvernos a Dios y sus caminos, pues de lo contrario cada día la situación de nuestro país estará más a la deriva de la ambición, la perversión y la injusticia.
Creo que si cada uno en su individualidad y sumado a esto cada familia, cada departamento y finalmente la nación hacemos nuestra tarea de volvernos a Dios y hacer su voluntad y no la nuestra, poco a poco podremos recuperar el gran tesoro que se nos ha perdido que consiste sencillamente y si lo queremos en comprender las palabras del que murió en la cruz, como lo dice el himno nacional y desde luego, ponerlo en práctica.
Vamos a orar. Amado Dios, hoy yo te pido por mi nación, por mis hijas, mis hijos, mi familia, nuestro gobierno y por cada persona que de manera honrada busca hacer tu voluntad y de esta manera cambiar la realidad de nuestro país. También te ruego Señor que una profunda conciencia y conocimiento de ti, sea el punto de partida para volver a nacer como nación y recuperar con ella, lo que la ambición, la avaricia, el orgullo y la arrogancia de los gobiernos han destruido por estar lejos de ti. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes