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Mateo 5:3 NTV: «Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él, porque el reino del cielo les pertenece».
Como es común escuchar y ver personas que frecuentemente dicen: «Yo no necesito de Dios», incluso cuando pasan por dificultades y literalmente están perdiendo todo, hasta la vida misma. Viene como un velo que no nos deja ver nuestra gran necesidad de Dios.
Por eso dice el verso que Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de Dios. Y creo yo que en ocasiones necesitamos ese punto de quiebre que nos devuelva a Dios y a su presencia y nos radique de nuevo en el lugar de seguridad del cual nunca debimos haber salido.
Creo yo que lo mejor que puedes hacer cuando todo está enredado y sin salida es necesariamente buscar el GPS de Dios, que de inmediato nos ayudará a recalcular la ruta, a pedir perdón y a reorganizar lo que sin su ayuda y sin su dirección se había perdido.
Vamos a orar.
Te necesito, Señor. Mi vida sin ti no tiene rumbo ni dirección y naufraga sin ti. Dame guía, dirección, propósito y maneras de ajustar de nuevo mi vida contigo. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 5 de junio. No necesito de Dios.
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Mateo 5:3 NTV: «Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él, porque el reino del cielo les pertenece».
Como es común escuchar y ver personas que frecuentemente dicen: «Yo no necesito de Dios», incluso cuando pasan por dificultades y literalmente están perdiendo todo, hasta la vida misma. Viene como un velo que no nos deja ver nuestra gran necesidad de Dios.
Por eso dice el verso que Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de Dios. Y creo yo que en ocasiones necesitamos ese punto de quiebre que nos devuelva a Dios y a su presencia y nos radique de nuevo en el lugar de seguridad del cual nunca debimos haber salido.
Creo yo que lo mejor que puedes hacer cuando todo está enredado y sin salida es necesariamente buscar el GPS de Dios, que de inmediato nos ayudará a recalcular la ruta, a pedir perdón y a reorganizar lo que sin su ayuda y sin su dirección se había perdido.
Vamos a orar.
Te necesito, Señor. Mi vida sin ti no tiene rumbo ni dirección y naufraga sin ti. Dame guía, dirección, propósito y maneras de ajustar de nuevo mi vida contigo. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes