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Salmo 25:21 NTV: Que la integridad y la honestidad me protejan, porque en ti pongo mi esperanza.
Lo contrario a una vida llena de mentiras es un caminar en integridad y honestidad, y sí que es difícil en medio de tanta presión social, de tanto engaño y de tantas motivaciones egoístas y solapadas, vivir una vida llena de integridad y honestidad.
Las provocaciones van a ser muchas, las trampas van a ser muchas más y las oportunidades disfrazadas de gran negocio van a ser exuberantes, algunas de ellas tan provocadoras pero al mismo tiempo tan peligrosas que pueden terminar acabando con la propia vida.
En muchas ocasiones no le podemos poner precio a nuestra vida ni a la vida de las personas que amamos por conseguir un centavo más, pues no vale la pena que le pongamos precio a lo que no lo tiene.
Por eso el salmo nos dice: (Salmo 25:21 NTV) Que la integridad y la honestidad me protejan, porque en ti pongo mi esperanza. Y esa debe ser nuestra oración a Dios todos los días de la vida, que nos revistas de integridad y de la honestidad que necesitamos para vivir.
Vamos a orar.
Amado Señor, en ti pongo mi esperanza y no en mis propias manos. Te pido perdón por mi ambición y mi deseo de conseguir más y más o quizá de aparentar lo que no tengo y lo que no soy. Hoy decido seguirte, amarte y obedecerte para estar más cerca de ti y para aprender de ti el cómo llevar una vida honesta y llena de integridad. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 18 de mayo. Integridad y honestidad.
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Salmo 25:21 NTV: Que la integridad y la honestidad me protejan, porque en ti pongo mi esperanza.
Lo contrario a una vida llena de mentiras es un caminar en integridad y honestidad, y sí que es difícil en medio de tanta presión social, de tanto engaño y de tantas motivaciones egoístas y solapadas, vivir una vida llena de integridad y honestidad.
Las provocaciones van a ser muchas, las trampas van a ser muchas más y las oportunidades disfrazadas de gran negocio van a ser exuberantes, algunas de ellas tan provocadoras pero al mismo tiempo tan peligrosas que pueden terminar acabando con la propia vida.
En muchas ocasiones no le podemos poner precio a nuestra vida ni a la vida de las personas que amamos por conseguir un centavo más, pues no vale la pena que le pongamos precio a lo que no lo tiene.
Por eso el salmo nos dice: (Salmo 25:21 NTV) Que la integridad y la honestidad me protejan, porque en ti pongo mi esperanza. Y esa debe ser nuestra oración a Dios todos los días de la vida, que nos revistas de integridad y de la honestidad que necesitamos para vivir.
Vamos a orar.
Amado Señor, en ti pongo mi esperanza y no en mis propias manos. Te pido perdón por mi ambición y mi deseo de conseguir más y más o quizá de aparentar lo que no tengo y lo que no soy. Hoy decido seguirte, amarte y obedecerte para estar más cerca de ti y para aprender de ti el cómo llevar una vida honesta y llena de integridad. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes