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Isaiah 66:2 NVI. Fue mi mano la que hizo todas estas cosas; fue así como llegaron a existir», afirma el SEÑOR. «Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra.
Como nos cuesta en medio de nuestro orgullo y altivez, reconocer que fue la mano de Dios la que hizo los cielos y la tierra y todo lo que hay en ella. Y no sé cómo nos atrevemos a cuestionar su existencia, diciendo cosas como “¿Y si Dios creó el universo quién creó a Dios?” y con ello no hacemos más que dar cabida a la necedad que hay en nuestro interior y que nos aleja cada vez más de conocerle y hacer su voluntad.
En la versión de la Biblia _El Mensaje_ el verso es aún mucho más profundo y directo, pues dice: “¡Yo hice todo esto! ¡Todo me pertenece! —afirma Dios—. Sin embargo, hay algo que estoy buscando; a alguien sencillo y humilde, reverente y receptivo a mis palabras.” Y leemos claramente el mensaje: “Hay algo que estoy buscando…”
¿Te animas?, te animas a la sencillez?, te animas a la humildad?, te animas a mantener una actitud reverente y receptiva a mis palabras? Te animas?
“Hay algo que estoy buscando; a alguien sencillo y humilde, reverente y receptivo a mis palabras.”
Vamos a orar.
Amado Dios, yo te pido perdón por no reconocer tu grandeza y tu creación y te pido perdón por mi altivez y mi orgullo que se levantan altaneros para increpar tu creación y todo lo que existe. Perdóname Señor.
Hoy quiero que tú me encuentres como ese alguien que quiere experimentar la sencillez y la humildad que provienen de ti y con ello llegar a tener una actitud reverente y receptiva a tus palabras. Yo te lo pido, Señor, envíame a mí, llámame, escógeme y dame esta oportunidad de ser ese alguien que buscas. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 18 de noviembre. Hay algo que estoy buscando.
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Isaiah 66:2 NVI. Fue mi mano la que hizo todas estas cosas; fue así como llegaron a existir», afirma el SEÑOR. «Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra.
Como nos cuesta en medio de nuestro orgullo y altivez, reconocer que fue la mano de Dios la que hizo los cielos y la tierra y todo lo que hay en ella. Y no sé cómo nos atrevemos a cuestionar su existencia, diciendo cosas como “¿Y si Dios creó el universo quién creó a Dios?” y con ello no hacemos más que dar cabida a la necedad que hay en nuestro interior y que nos aleja cada vez más de conocerle y hacer su voluntad.
En la versión de la Biblia _El Mensaje_ el verso es aún mucho más profundo y directo, pues dice: “¡Yo hice todo esto! ¡Todo me pertenece! —afirma Dios—. Sin embargo, hay algo que estoy buscando; a alguien sencillo y humilde, reverente y receptivo a mis palabras.” Y leemos claramente el mensaje: “Hay algo que estoy buscando…”
¿Te animas?, te animas a la sencillez?, te animas a la humildad?, te animas a mantener una actitud reverente y receptiva a mis palabras? Te animas?
“Hay algo que estoy buscando; a alguien sencillo y humilde, reverente y receptivo a mis palabras.”
Vamos a orar.
Amado Dios, yo te pido perdón por no reconocer tu grandeza y tu creación y te pido perdón por mi altivez y mi orgullo que se levantan altaneros para increpar tu creación y todo lo que existe. Perdóname Señor.
Hoy quiero que tú me encuentres como ese alguien que quiere experimentar la sencillez y la humildad que provienen de ti y con ello llegar a tener una actitud reverente y receptiva a tus palabras. Yo te lo pido, Señor, envíame a mí, llámame, escógeme y dame esta oportunidad de ser ese alguien que buscas. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes