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Isaías 43:1 NTV: Pero ahora, oh Jacob, escucha al SEÑOR, quien te creó. Oh Israel, el que te formó dice: «No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío».
Después de la decadencia del pueblo de Israel, y en medio del fracaso espiritual, Dios mismo se dirige de nuevo a su pueblo y les dice: «No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío». Y esto mismo hace Dios con cada uno de nosotros el día de hoy, viene de nuevo y nos recoge de nuestra miseria, de nuestra decadencia, de nuestra mentira, de nuestro engaño y nuestra desolación sin Él, para decirnos de manera personal y enfáticamente, «No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío».
Solo Dios nos puede llamar por nuestro nombre y de manera personal, pues solamente Él nos conoce desde el vientre de nuestra madre y conoce nuestros pensamientos y las intenciones de nuestro corazón.
En muchas ocasiones podemos sentir miedo por causa de lo que hacemos y también de lo que no hemos podido lograr; todas estas cosas nos producen miedo, y por eso Dios mismo en su palabra nos dice: «No tengas miedo”, cree nada más, no tengas miedo, vuelve a despertar y asume de una vez por todas que solo y sin mí no puedes vivir ni avanzar, pues todo aquello que hagamos por fuera de la voluntad de Dios no nos va a llevar más que a la muerte eterna, pues sin Dios no tendremos salvación ni vida eterna.
Vamos a orar.
Gracias Señor por conocerme de la manera que lo haces, tú me conoces, tú me examinas, todo lo sabes de mí. Gracias por llamarme por mi nombre Señor y por rescatarme de la oscuridad. Hoy me entrego a ti completamente como tu hijo y te recibo como mi Señor y mi Salvador. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 15 de octubre. Eres mío.
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Isaías 43:1 NTV: Pero ahora, oh Jacob, escucha al SEÑOR, quien te creó. Oh Israel, el que te formó dice: «No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío».
Después de la decadencia del pueblo de Israel, y en medio del fracaso espiritual, Dios mismo se dirige de nuevo a su pueblo y les dice: «No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío». Y esto mismo hace Dios con cada uno de nosotros el día de hoy, viene de nuevo y nos recoge de nuestra miseria, de nuestra decadencia, de nuestra mentira, de nuestro engaño y nuestra desolación sin Él, para decirnos de manera personal y enfáticamente, «No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío».
Solo Dios nos puede llamar por nuestro nombre y de manera personal, pues solamente Él nos conoce desde el vientre de nuestra madre y conoce nuestros pensamientos y las intenciones de nuestro corazón.
En muchas ocasiones podemos sentir miedo por causa de lo que hacemos y también de lo que no hemos podido lograr; todas estas cosas nos producen miedo, y por eso Dios mismo en su palabra nos dice: «No tengas miedo”, cree nada más, no tengas miedo, vuelve a despertar y asume de una vez por todas que solo y sin mí no puedes vivir ni avanzar, pues todo aquello que hagamos por fuera de la voluntad de Dios no nos va a llevar más que a la muerte eterna, pues sin Dios no tendremos salvación ni vida eterna.
Vamos a orar.
Gracias Señor por conocerme de la manera que lo haces, tú me conoces, tú me examinas, todo lo sabes de mí. Gracias por llamarme por mi nombre Señor y por rescatarme de la oscuridad. Hoy me entrego a ti completamente como tu hijo y te recibo como mi Señor y mi Salvador. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes