Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 12 de octubre. No hay otro salvador.

Isaías 43:11 NVI: Yo, yo soy el SEÑOR, fuera de mí no hay ningún otro salvador.

Qué impresionante es darse cuenta de que a nuestro alrededor podemos ver personas buscando su salvación en ángeles, en imágenes construidas por manos humanas, en santos, vírgenes, en piedrecitas, en amuletos, en romerías y cuantas cosas puedan aparecer que tengan apariencia de piedad y prometan la salvación que solo Dios nos puede dar.

La Biblia dice en este verso que el Señor es Dios y que fuera de Él no hay otro salvador. Así mismo, Oseas 13:4 NTV: «He sido el SEÑOR tu Dios desde que te saqué de Egipto. No debes reconocer a ningún otro Dios aparte de mí, porque no hay otro salvador». Y continúa la Biblia diciendo en Éxodo 20:2-4 NTV: «Yo soy el SEÑOR tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto, donde eras esclavo. [3] »No tengas ningún otro dios aparte de mí. [4] »No te hagas ninguna clase de ídolo ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra o en el mar».

Y además de esto dice Isaías 45:21 NTV: «Consulten entre ustedes, defiendan su causa; reúnanse y resuelvan qué decir. ¿Quién dio a conocer estas cosas desde hace mucho? ¿Cuál de los ídolos alguna vez les dijo que iban a suceder? ¿Acaso no fui yo, el SEÑOR? Pues no hay otro Dios aparte de mí, un Dios justo y Salvador; fuera de mí no hay otro».

Yo creo que con estos versos y las decenas de ellos que lo explican en la Biblia, en el diario de Dios, no hay más inútiles razonamientos que nos mantengan anclados a la mentira de una salvación que ningún otro dios, ni ningún santo, ni ángel, ni cosa sobre la tierra y debajo de ella nos puede dar, pues dice el verso (Isaías 43:11 NVI): Yo, yo soy el SEÑOR, fuera de mí no hay ningún otro salvador.

Vamos a orar.

Perdón Señor por nuestra ignorancia de ti, por la costumbre que se vuelve simplemente repetitiva y cultural, sin que realmente conozcamos tu palabra, tu voluntad y tu poder. Hoy te pido perdón por todas aquellas prácticas y ritos en los que pretendiendo buscar la salvación, más bien encuentro ausencia y desconocimiento de ti como Señor y Salvador. Enséñame Señor a conocerte más y a reconocer en el espíritu mi equivocación. Hoy te entrego mi vida y te confieso como mi Señor y mi Salvador, en el nombre de Jesús, amén.

Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 11 de octubre. Solo Dios decide sobre la vida.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 13 de octubre. Como un agricultor.

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