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Colosenses 1:13 NVI: Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo.
¿Acaso se ha preguntado alguna vez si está bajo el dominio de la oscuridad como lo dice este verso? Y eso sería en palabras más precisas al hablar del reino de la oscuridad, ¿Andamos en peleas, celos, arrebatos de ira, desazón, angustia, falta de motivación, odio, rencores que no hemos perdonado, cuentas por cobrar, y una sensación permanente de no estar contento ni en paz? Pues bien, eso significa en gran parte estar dominado por la oscuridad.
Ahora bien, el verso dice que Dios nos libró de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo. Y entonces nos preguntaremos en este momento: ¿Y si eso es cierto, por qué ando sintiendo y experimentando todo este tipo de cosas de la oscuridad? La respuesta es que todo ese cambio no se va a producir de manera inmediata en nosotros, sino que será el resultado de pasar tiempo con Jesús en su palabra y de aprender del nuevo entrenador las nuevas maneras de vivir y de estar en la vida, sin estar bajo el dominio de la oscuridad.
Imagine por un momento que usted ha sido instruido toda la vida por un instructor que a punta de gritos, insultos, trampas y engaños le ha enseñado a vivir la vida con desconfianza, con rencor, con odio y bajo el dominio de la oscuridad, y que al llegar a Cristo cambia de entrenador, a un modelo de ternura, paciencia, perdón, de pensar lo bueno, de confianza, amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, estabilidad, bondad, fidelidad, tranquilidad, dominio propio y humildad… Seguramente usted no dejará el modelo anterior en el momento en que cambia de entrenador, pero de seguro sí, en la medida en que se entrene con este nuevo entrenador, todas sus pautas de vida cambiarán radicalmente por el nuevo modelo.
Vamos a orar.
Amado Dios, gracias por mostrarme en tu palabra cómo sigo viviendo bajo el dominio de la oscuridad en muchas áreas de mi vida y cómo necesito cambiar de entrenador y dejarme llevar por ti, renovar por ti y transformar por ti en la persona que tú quieres que yo sea. Entréname Señor y haz de mí una nueva persona, pues quiero ser transformado y renovado completamente. Entréname Señor, pues quiero aprenderlo todo de ti y abandonar completamente el dominio de la oscuridad en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 22 de agosto. Estás cambiando de entrenador.
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Colosenses 1:13 NVI: Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo.
¿Acaso se ha preguntado alguna vez si está bajo el dominio de la oscuridad como lo dice este verso? Y eso sería en palabras más precisas al hablar del reino de la oscuridad, ¿Andamos en peleas, celos, arrebatos de ira, desazón, angustia, falta de motivación, odio, rencores que no hemos perdonado, cuentas por cobrar, y una sensación permanente de no estar contento ni en paz? Pues bien, eso significa en gran parte estar dominado por la oscuridad.
Ahora bien, el verso dice que Dios nos libró de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo. Y entonces nos preguntaremos en este momento: ¿Y si eso es cierto, por qué ando sintiendo y experimentando todo este tipo de cosas de la oscuridad? La respuesta es que todo ese cambio no se va a producir de manera inmediata en nosotros, sino que será el resultado de pasar tiempo con Jesús en su palabra y de aprender del nuevo entrenador las nuevas maneras de vivir y de estar en la vida, sin estar bajo el dominio de la oscuridad.
Imagine por un momento que usted ha sido instruido toda la vida por un instructor que a punta de gritos, insultos, trampas y engaños le ha enseñado a vivir la vida con desconfianza, con rencor, con odio y bajo el dominio de la oscuridad, y que al llegar a Cristo cambia de entrenador, a un modelo de ternura, paciencia, perdón, de pensar lo bueno, de confianza, amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, estabilidad, bondad, fidelidad, tranquilidad, dominio propio y humildad… Seguramente usted no dejará el modelo anterior en el momento en que cambia de entrenador, pero de seguro sí, en la medida en que se entrene con este nuevo entrenador, todas sus pautas de vida cambiarán radicalmente por el nuevo modelo.
Vamos a orar.
Amado Dios, gracias por mostrarme en tu palabra cómo sigo viviendo bajo el dominio de la oscuridad en muchas áreas de mi vida y cómo necesito cambiar de entrenador y dejarme llevar por ti, renovar por ti y transformar por ti en la persona que tú quieres que yo sea. Entréname Señor y haz de mí una nueva persona, pues quiero ser transformado y renovado completamente. Entréname Señor, pues quiero aprenderlo todo de ti y abandonar completamente el dominio de la oscuridad en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes