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Tito 2:6-8 NTV: Del mismo modo, anima a los hombres jóvenes a vivir sabiamente. [7] Y sé tú mismo un ejemplo para ellos al hacer todo tipo de buenas acciones. Que todo lo que hagas refleje la integridad y la seriedad de tu enseñanza. [8] Enseña la verdad, para que no puedan criticar tu enseñanza. Entonces los que se nos oponen quedarán avergonzados y no tendrán nada malo que decir de nosotros.
Tremendo verso directo que encontramos entre líneas en la bendita palabra de Dios. Por un lado, indica el verso diciendo que debemos animar a los hombres jóvenes a vivir sabiamente, y eso sí que es un reto en este momento de nuestra sociedad, cuando llamamos a lo bueno malo y a lo malo bueno.
Aun así, el verso tiene una condición, y es la que nos obliga, como lo dice el versículo 7, a ser nosotros mismos un ejemplo para los jóvenes al hacer todo tipo de acciones buenas en las que la integridad se refleje y la seriedad de nuestra enseñanza sea sí o sí un modelo a seguir.
Termina el verso diciendo: «Enseña la verdad, para que no puedan criticar tu enseñanza. Entonces los que se nos oponen quedarán avergonzados y no tendrán nada malo que decir de nosotros».
Todo este verso no hace más que hablarnos de la coherencia que debe haber en los adultos al mostrarle a los jóvenes el reflejo de la vida que pueden ver en nosotros, pues ellos van a decidir y van a decir: «Yo no quiero esto para mi vida», o en su defecto, podrán decir: «Qué hermosa vida la que me han mostrado. Yo quiero ser como ellos».
Vamos a orar.
Amado Señor, yo te necesito. Hoy decido vivir sabiamente, siendo ejemplo para mis hijos y para mi familia en todo lo que haga. Dame coherencia Señor, de tal manera que pueda mostrar con buen ejemplo y buenas acciones la integridad que viene de ti. Enséñame Señor, enséñame tu verdad para que refleje tu verdad y sea la persona que tú quieres que yo sea. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 14 de agosto. Ejemplo
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Tito 2:6-8 NTV: Del mismo modo, anima a los hombres jóvenes a vivir sabiamente. [7] Y sé tú mismo un ejemplo para ellos al hacer todo tipo de buenas acciones. Que todo lo que hagas refleje la integridad y la seriedad de tu enseñanza. [8] Enseña la verdad, para que no puedan criticar tu enseñanza. Entonces los que se nos oponen quedarán avergonzados y no tendrán nada malo que decir de nosotros.
Tremendo verso directo que encontramos entre líneas en la bendita palabra de Dios. Por un lado, indica el verso diciendo que debemos animar a los hombres jóvenes a vivir sabiamente, y eso sí que es un reto en este momento de nuestra sociedad, cuando llamamos a lo bueno malo y a lo malo bueno.
Aun así, el verso tiene una condición, y es la que nos obliga, como lo dice el versículo 7, a ser nosotros mismos un ejemplo para los jóvenes al hacer todo tipo de acciones buenas en las que la integridad se refleje y la seriedad de nuestra enseñanza sea sí o sí un modelo a seguir.
Termina el verso diciendo: «Enseña la verdad, para que no puedan criticar tu enseñanza. Entonces los que se nos oponen quedarán avergonzados y no tendrán nada malo que decir de nosotros».
Todo este verso no hace más que hablarnos de la coherencia que debe haber en los adultos al mostrarle a los jóvenes el reflejo de la vida que pueden ver en nosotros, pues ellos van a decidir y van a decir: «Yo no quiero esto para mi vida», o en su defecto, podrán decir: «Qué hermosa vida la que me han mostrado. Yo quiero ser como ellos».
Vamos a orar.
Amado Señor, yo te necesito. Hoy decido vivir sabiamente, siendo ejemplo para mis hijos y para mi familia en todo lo que haga. Dame coherencia Señor, de tal manera que pueda mostrar con buen ejemplo y buenas acciones la integridad que viene de ti. Enséñame Señor, enséñame tu verdad para que refleje tu verdad y sea la persona que tú quieres que yo sea. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes