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Nada nos ganamos

1 Juan 3:18 NVI: Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad.

A veces, como papás, equivocadamente pensamos que los problemas en el hogar y con los hijos se solucionan comprando cosas o dándoles a nuestros hijos una vida material extravagante que de alguna manera anestesie lo que se vive en la convivencia diaria.

Por eso, como lo dice el verso de hoy, no podemos amar de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad. Y eso significa cambiar radicalmente paradigmas de crianza que nos han hecho mucho daño y que han llevado el hogar al límite de la convivencia.

Parte de los hechos que pueden mostrar un verdadero amor pueden enfocarse en nosotros mismos como papás, cambiando hábitos, maneras de ser, de decir las cosas y de afrontar los problemas, pues los hijos no hacen más que observarnos y darse cuenta de cuán coherentes somos o de cuán confusos, incoherentes y locos estamos.

Necesitamos ser modelo para ellos, pues el espejo en el que ellos se miran somos nosotros como papás, así que si los hijos son algo, no es más que el reflejo de lo que los padres han hecho de ellos.

Vamos a orar.

Amado Dios, yo te necesito en mi vida y en mi cotidianidad, pues quiero ser un hombre coherente como papá en el ejemplo que les dé a mis hijos, pues ellos son el reflejo de mí mismo y de lo que somos como familia. Perdóname Señor por tanta incoherencia que hay en mí mismo y ayúdame a ser como tú, de tal manera que pueda llegar a ser un modelo a seguir y digno de replicar. Te pido Señor que yo no ame de labios para afuera, sino con hechos y de verdad. En el nombre de Jesús. Amén.