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1 Corintios 3:20 NVI: Y también dice: «El Señor conoce los pensamientos de los sabios y sabe que son absurdos».
Cómo caemos de fácil todo el tiempo en el engañoso orgullo y en la engañosa arrogancia que nos dice que somos los mejores y que lo que hacemos y somos sobrepasa a muchas personas y que no tenemos igual.
Se nos olvida que los pensamientos de Dios son más altos que los nuestros y caemos de nuevo en el mismo abismo, que no hace más que separarnos más y más de la presencia hermosa, apacible y perfecta de Dios.
Y más allá de eso, se nos olvida también, como lo dice el verso, que ««El Señor conoce los pensamientos» y para nosotros pueden ser pensamientos grandiosos, impresionantes, pero como lo dice el verso, cada vez que lo hacemos y lo pensamos de esta manera, todo termina siendo insulso, débil y arrogante.
Por eso termina el verso diciendo que si bien el Señor conoce el pensamiento de los «sabios», Él sabe que son absurdos, pues todo lo que hagamos y pensemos sin tener en cuenta a Dios, así tenga muy buenas intenciones y muy buenos argumentos, sin Dios, solo llegan a ser lo absurdo de lo absurdo.
Vamos a orar.
Perdón Señor, cuán arrogantemente puedo ser sin ti y más cuando te saco de mis pensamientos y de mis planes y más allá de eso, pienso que son maravillosos, y los trato de disfrazar como si fueran tu voluntad cuando en realidad no lo son, sino más bien son el resultado de mi capricho y de mi manera de vanagloriarme. Perdón Señor, perdón, por mis pensamientos sin ti. Renuévame, cámbiame y ayúdame a discernir entre tu perfecta voluntad y mis absurdos pensamientos vacíos de ti. En el nombre de Jesús. Amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 2 de agosto. El sabe que son absurdos
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1 Corintios 3:20 NVI: Y también dice: «El Señor conoce los pensamientos de los sabios y sabe que son absurdos».
Cómo caemos de fácil todo el tiempo en el engañoso orgullo y en la engañosa arrogancia que nos dice que somos los mejores y que lo que hacemos y somos sobrepasa a muchas personas y que no tenemos igual.
Se nos olvida que los pensamientos de Dios son más altos que los nuestros y caemos de nuevo en el mismo abismo, que no hace más que separarnos más y más de la presencia hermosa, apacible y perfecta de Dios.
Y más allá de eso, se nos olvida también, como lo dice el verso, que ««El Señor conoce los pensamientos» y para nosotros pueden ser pensamientos grandiosos, impresionantes, pero como lo dice el verso, cada vez que lo hacemos y lo pensamos de esta manera, todo termina siendo insulso, débil y arrogante.
Por eso termina el verso diciendo que si bien el Señor conoce el pensamiento de los «sabios», Él sabe que son absurdos, pues todo lo que hagamos y pensemos sin tener en cuenta a Dios, así tenga muy buenas intenciones y muy buenos argumentos, sin Dios, solo llegan a ser lo absurdo de lo absurdo.
Vamos a orar.
Perdón Señor, cuán arrogantemente puedo ser sin ti y más cuando te saco de mis pensamientos y de mis planes y más allá de eso, pienso que son maravillosos, y los trato de disfrazar como si fueran tu voluntad cuando en realidad no lo son, sino más bien son el resultado de mi capricho y de mi manera de vanagloriarme. Perdón Señor, perdón, por mis pensamientos sin ti. Renuévame, cámbiame y ayúdame a discernir entre tu perfecta voluntad y mis absurdos pensamientos vacíos de ti. En el nombre de Jesús. Amén.
MIguel Montes