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Eclesiastés 12:1 NTV: «No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable»».
En el mensaje de ayer, reflexionamos sobre este verso desde la perspectiva de los jóvenes; y sí, son muchas las cosas que debemos contemplar cuando nos encontramos en la flor de la juventud. La verdad es que todo lo que hacemos y vivimos cambia de perspectiva dependiendo de la edad en la que nos encontremos. Pues si somos jóvenes, este verso es una promesa de cómo hacer las cosas, ya que todavía estamos a tiempo. Pero si estamos viejos, este verso solo nos permite ver si lo que somos ahora es el resultado de una vida sin Dios ni ley o de ese equilibrio itinerante que marcó cada una de nuestras decisiones.
Por eso dice el verso: «No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable»». Así que todavía, de pronto, estás a tiempo, mientras tengas vida y seas joven, o más bien, mientras no seas más viejo, de honrar al Señor y no olvidarte de que tienes un Creador con pensamientos más altos que los tuyos, que te ama y quiere lo mejor para ti.
Vamos a orar.
Amado Dios, como te amo y te necesito. Hoy te pido perdón por mi negligencia y mis maneras tercas de hacer la vida a mi manera. Hoy regreso a ti, completamente dispuesto a hacer tu voluntad, a honrarte y amarte con toda mi mente, con todas mis fuerzas y con todo mi ser. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 27 de abril. La Emoción de la Juventud, parte dos.
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Eclesiastés 12:1 NTV: «No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable»».
En el mensaje de ayer, reflexionamos sobre este verso desde la perspectiva de los jóvenes; y sí, son muchas las cosas que debemos contemplar cuando nos encontramos en la flor de la juventud. La verdad es que todo lo que hacemos y vivimos cambia de perspectiva dependiendo de la edad en la que nos encontremos. Pues si somos jóvenes, este verso es una promesa de cómo hacer las cosas, ya que todavía estamos a tiempo. Pero si estamos viejos, este verso solo nos permite ver si lo que somos ahora es el resultado de una vida sin Dios ni ley o de ese equilibrio itinerante que marcó cada una de nuestras decisiones.
Por eso dice el verso: «No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable»». Así que todavía, de pronto, estás a tiempo, mientras tengas vida y seas joven, o más bien, mientras no seas más viejo, de honrar al Señor y no olvidarte de que tienes un Creador con pensamientos más altos que los tuyos, que te ama y quiere lo mejor para ti.
Vamos a orar.
Amado Dios, como te amo y te necesito. Hoy te pido perdón por mi negligencia y mis maneras tercas de hacer la vida a mi manera. Hoy regreso a ti, completamente dispuesto a hacer tu voluntad, a honrarte y amarte con toda mi mente, con todas mis fuerzas y con todo mi ser. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes