Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | Correo electrónico | YouTube Music |
2 Corintios 5:16 NVI: «Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos. Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así». (2 Corintios 5:17 NTV) «Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!».
Qué difícil es reconocer que en la mayoría de los casos solemos mirarnos los unos a los otros con aires de superioridad o de soberbia, que a la larga no son más que engaños de lo que somos o lo que pretendemos ser. Qué dicha fuera que uno de los efectos principales de la palabra de Dios en nosotros fuera el comenzar a mirarnos de manera diferente, como lo dice el verso, y no solo según criterios meramente humanos.
Si pudiéramos ver a través de los ojos de Jesús, seguramente seríamos menos crueles, criticones, cínicos, despiadados, morbosos, insensatos, menos envidiosos y llenos de comparación y juicio, y mucho más llenos de verdadero amor y preocupación por los demás. Por eso dice el verso que «de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos», y eso es lo que debemos hacer y aplicar para no seguir equivocándonos tanto.
Y sigue diciendo el verso que «todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!».
Vamos a orar.
Perdóname, Señor, por mi manera sesgada de mirar a los demás. Perdona mi juicio, mi mordacidad y mis maneras equivocadas de percibir a los demás. Hoy solo te pido que cambies completamente mis maneras de pensar y de compartir con los demás, y me permitas ser una persona transparente, amorosa, llena de ti, que pueda mirar más allá de las apariencias y de mi propio juicio.
Cámbiame, Señor, te lo ruego, y llévame a experimentar el verdadero amor que viene de ti y la manera compasiva como solo tú me puedes mirar. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 22 de abril. Miradas.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | Correo electrónico | YouTube Music | RSS
2 Corintios 5:16 NVI: «Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos. Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así». (2 Corintios 5:17 NTV) «Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!».
Qué difícil es reconocer que en la mayoría de los casos solemos mirarnos los unos a los otros con aires de superioridad o de soberbia, que a la larga no son más que engaños de lo que somos o lo que pretendemos ser. Qué dicha fuera que uno de los efectos principales de la palabra de Dios en nosotros fuera el comenzar a mirarnos de manera diferente, como lo dice el verso, y no solo según criterios meramente humanos.
Si pudiéramos ver a través de los ojos de Jesús, seguramente seríamos menos crueles, criticones, cínicos, despiadados, morbosos, insensatos, menos envidiosos y llenos de comparación y juicio, y mucho más llenos de verdadero amor y preocupación por los demás. Por eso dice el verso que «de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos», y eso es lo que debemos hacer y aplicar para no seguir equivocándonos tanto.
Y sigue diciendo el verso que «todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!».
Vamos a orar.
Perdóname, Señor, por mi manera sesgada de mirar a los demás. Perdona mi juicio, mi mordacidad y mis maneras equivocadas de percibir a los demás. Hoy solo te pido que cambies completamente mis maneras de pensar y de compartir con los demás, y me permitas ser una persona transparente, amorosa, llena de ti, que pueda mirar más allá de las apariencias y de mi propio juicio.
Cámbiame, Señor, te lo ruego, y llévame a experimentar el verdadero amor que viene de ti y la manera compasiva como solo tú me puedes mirar. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes