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Isaías 45:13 NTV: «Levantaré a Ciro para que cumpla mi propósito justo, y guiaré sus acciones. Él restaurará mi ciudad y pondrá en libertad a mi pueblo cautivo, ¡sin buscar recompensa! ¡Yo, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, he hablado!».
Yo sé que muchas personas, oportunistas y asalariados como lo dice Juan 10:12, solo están pendientes de su bienestar y de sus tesoros, antes que del propósito fundamental de vida, por el cual fueron llamados.
En este caso, Dios llamó a un hombre que, además de no saber mucho sobre el soberano creador y señor de la creación, fue escogido para un propósito justo con la guía de Dios. Por eso dice el verso: «Él restaurará mi ciudad y pondrá en libertad a mi pueblo cautivo, ¡sin buscar recompensa!».
Y he aquí lo maravilloso de este verso, pues revela claramente que en el corazón de Ciro no prevalecerá nunca una intención egoísta de buscar su propio beneficio ni comodidad, sino la determinación clara de restaurar y poner en libertad al pueblo cautivo y sin buscar recompensa.
Aquí en este momento solo me viene a la memoria el verso de (1 Corintios 9:16 NVI) que dice: «Sin embargo, cuando predico el evangelio, no tengo de qué enorgullecerme, ya que estoy bajo la obligación de hacerlo. ¡Ay de mí si no predico el evangelio!».
Y seguido de (1 Corintios 9:18 NVI), una respuesta aún más contundente al preguntar: «¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que al predicar el evangelio pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi derecho».
Por eso, cualquier cosa que hagas para el Señor, quítale todo interés particular, ya sea económico, personal, de reconocimiento público o de poder, pues de esta manera estará garantizado tu llamado sin que te equivoques más y termines tu vida como un simple asalariado.
Vamos a orar.
Como te amo, Señor, pues aún sin conocerte me has llamado a ser un portavoz de tu misericordia, tu gracia e incomparable amor. Hoy reafirmo mi vida contigo y con más felicidad que ayer dispongo todo mi ser para ti, pues tuyo soy. Guíame y levántame para cumplir el propósito justo para el cual me has llamado y guía cada una de mis acciones, de tal manera que a cada momento pueda ser un instrumento para la restauración de mi ciudad y su completa libertad. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 17 de abril. Sin interés.
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Isaías 45:13 NTV: «Levantaré a Ciro para que cumpla mi propósito justo, y guiaré sus acciones. Él restaurará mi ciudad y pondrá en libertad a mi pueblo cautivo, ¡sin buscar recompensa! ¡Yo, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, he hablado!».
Yo sé que muchas personas, oportunistas y asalariados como lo dice Juan 10:12, solo están pendientes de su bienestar y de sus tesoros, antes que del propósito fundamental de vida, por el cual fueron llamados.
En este caso, Dios llamó a un hombre que, además de no saber mucho sobre el soberano creador y señor de la creación, fue escogido para un propósito justo con la guía de Dios. Por eso dice el verso: «Él restaurará mi ciudad y pondrá en libertad a mi pueblo cautivo, ¡sin buscar recompensa!».
Y he aquí lo maravilloso de este verso, pues revela claramente que en el corazón de Ciro no prevalecerá nunca una intención egoísta de buscar su propio beneficio ni comodidad, sino la determinación clara de restaurar y poner en libertad al pueblo cautivo y sin buscar recompensa.
Aquí en este momento solo me viene a la memoria el verso de (1 Corintios 9:16 NVI) que dice: «Sin embargo, cuando predico el evangelio, no tengo de qué enorgullecerme, ya que estoy bajo la obligación de hacerlo. ¡Ay de mí si no predico el evangelio!».
Y seguido de (1 Corintios 9:18 NVI), una respuesta aún más contundente al preguntar: «¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Pues que al predicar el evangelio pueda presentarlo gratuitamente, sin hacer valer mi derecho».
Por eso, cualquier cosa que hagas para el Señor, quítale todo interés particular, ya sea económico, personal, de reconocimiento público o de poder, pues de esta manera estará garantizado tu llamado sin que te equivoques más y termines tu vida como un simple asalariado.
Vamos a orar.
Como te amo, Señor, pues aún sin conocerte me has llamado a ser un portavoz de tu misericordia, tu gracia e incomparable amor. Hoy reafirmo mi vida contigo y con más felicidad que ayer dispongo todo mi ser para ti, pues tuyo soy. Guíame y levántame para cumplir el propósito justo para el cual me has llamado y guía cada una de mis acciones, de tal manera que a cada momento pueda ser un instrumento para la restauración de mi ciudad y su completa libertad. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes