Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | Correo electrónico | YouTube Music |
Romanos 12:9-10 NVI: «El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. [10] Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente».
Este verso no puede ser más preciso, pues dice que si vamos a dar amor, que sea sincero, que no finjamos amar cuando en realidad no lo estamos haciendo, y además de eso nos dice que amemos la verdad. Yo creo que en la medida en que amemos la verdad, ella misma va a ser el sello confiable de una correcta relación de amor en Dios.
Sigue diciendo el verso que debemos aborrecer lo malo y más bien que nos aferremos a lo bueno, amándonos los unos a los otros con amor fraternal, con respeto y honra mutuas.
Por eso, como lo dice el diario de Dios, debemos actuar según la ley del amor que nos dice en (1 Corintios 13:4-7 NVI):
«El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. [5] No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. [6] El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. [7] Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta».
Vamos a orar.
Decido y quiero el amor, Señor, todo el que proviene de ti y con el que anhelo ser aprendiz eterno. Ahora reconozco que mis maneras de juzgar a los demás no son más que falta de amor propio y amor por los demás. Necesito y quiero aprender más de tu verdad y tu amor, pues solo de esta manera podré descansar verdaderamente en ti y hacer la vida mucho mejor a mi alrededor. En el nombre de Jesús, amén.
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 14 de abril. ¿Qué pautas debo seguir cuando me siento tentado a juzgar a los demás?
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete: Apple Podcasts | Spotify | Correo electrónico | YouTube Music | RSS
Romanos 12:9-10 NVI: «El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. [10] Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente».
Este verso no puede ser más preciso, pues dice que si vamos a dar amor, que sea sincero, que no finjamos amar cuando en realidad no lo estamos haciendo, y además de eso nos dice que amemos la verdad. Yo creo que en la medida en que amemos la verdad, ella misma va a ser el sello confiable de una correcta relación de amor en Dios.
Sigue diciendo el verso que debemos aborrecer lo malo y más bien que nos aferremos a lo bueno, amándonos los unos a los otros con amor fraternal, con respeto y honra mutuas.
Por eso, como lo dice el diario de Dios, debemos actuar según la ley del amor que nos dice en (1 Corintios 13:4-7 NVI):
«El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. [5] No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. [6] El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. [7] Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta».
Vamos a orar.
Decido y quiero el amor, Señor, todo el que proviene de ti y con el que anhelo ser aprendiz eterno. Ahora reconozco que mis maneras de juzgar a los demás no son más que falta de amor propio y amor por los demás. Necesito y quiero aprender más de tu verdad y tu amor, pues solo de esta manera podré descansar verdaderamente en ti y hacer la vida mucho mejor a mi alrededor. En el nombre de Jesús, amén.
MIguel Montes