Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 7 de abril. ¿Qué piensa Dios de que juzguemos a los demás? 

1 Corintios 4:5 NVI: «Por lo tanto, no juzguen nada antes de tiempo; esperen hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda».

Yo creo que, en la medida en que nos va pasando la vida, una de las enseñanzas más fuertes que el Señor nos puede dar es que no debemos apresurarnos a juzgar a nadie, pues, como lo dice su palabra, al único que le corresponde juzgar nuestras vidas es a Dios, como soberano de la creación y dueño de todo lo que existe.

Por eso mismo, Dios quiere que seamos muy lentos para juzgar a los demás, porque solo Él es capaz de juzgar con perfección en todo momento. A veces nos formamos opiniones sobre las personas, pero no deja de ser eso, opiniones, y no debería ser nada más que eso.

Aun así, esas opiniones que podamos tener sobre lo que pasa a nuestro alrededor y sobre lo que vivimos, definitivamente las debemos poner en el altar del Señor, de tal manera que no nos extralimitemos en lo que pensemos y digamos, más bien, con la prudencia que la vida implica, que el único que juzgue y arbitre la vida de su creación sea solamente Dios.

Por eso, yo creo que a Dios no le gusta que juzguemos de ninguna manera, pues el juicio solo nos advierte que estamos mal y que nos falta depender y reposar completamente en Dios. Por eso, el verso es completamente claro y dice: «No juzguen nada antes de tiempo; esperen hasta que venga el Señor».

Vamos a orar.

Perdóname, Señor, por mi juicio y la manera como quiero calificarlo todo y calificar o evaluar todo a mi alrededor. Hoy yo te pido y te ruego que no me permitas señalar, ni juzgar, ni suponer, pues cuando lo hago juzgo, y cuando juzgo, estoy desobedeciendo tu bendita palabra.

Hoy quiero llenarme de ti y apartarme de todo juicio y de todo aquello que me pueda apartar de ti. Me entrego a ti y decido vivir en tu perfecta voluntad, sin pretender ser el Dios que solamente tú puedes ser. En el nombre de Jesús, amén.

Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 6 de abril. Pérdidas irremplazables. 
Tu Tiempo con el Número Uno. 5ª temporada, 8 de abril. Juzgar, una manera de ser hipócrita. 

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