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Marcos 8:2 NVI
—Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer.
Que difícil es para nosotros entender la compasión y no solo eso, sino llevarla a la práctica. Podemos hablar mucho de ella, pero al final no hacer nada por nadie. Nos quedamos en una simple idea de las cosas y nada más.
Yo sé que lo más común es que nos preocupemos por las personas más cercanas a nosotros, los hijos los hermanos, los papás y ya. Pero más allá de eso, resulta cruel entender y experimentar que el hambre, el frío y la calamidad de los demás, no nos importa y se vuelve un asunto completamente indiferente para la mayoría de nosotros.
Jesús no podía ser más estremecedor en su manera de ser y de pensar, pues como lo dice el verso, seguramente con una conciencia plena de lo que pasaba dijo (Marcos 8:2 NVI)—Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer.
Que dicha llegar a pensar, a sentir y a entender cómo lo hacía Jesús y verdaderamente pensar en la necesidad de los demás.
Vamos a orar
Amado Dios, cuanto me falta y cuan egoísta he sido con la necesidad de los demás. Hoy te pido perdón y te ruego que me enseñes la compasión, la generosidad y todo lo que necesite para interesarme verdaderamente por los demás. En el nombre de Jesús, amén
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 7 Octubre. Hambre.
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Marcos 8:2 NVI
—Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer.
Que difícil es para nosotros entender la compasión y no solo eso, sino llevarla a la práctica. Podemos hablar mucho de ella, pero al final no hacer nada por nadie. Nos quedamos en una simple idea de las cosas y nada más.
Yo sé que lo más común es que nos preocupemos por las personas más cercanas a nosotros, los hijos los hermanos, los papás y ya. Pero más allá de eso, resulta cruel entender y experimentar que el hambre, el frío y la calamidad de los demás, no nos importa y se vuelve un asunto completamente indiferente para la mayoría de nosotros.
Jesús no podía ser más estremecedor en su manera de ser y de pensar, pues como lo dice el verso, seguramente con una conciencia plena de lo que pasaba dijo (Marcos 8:2 NVI)—Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer.
Que dicha llegar a pensar, a sentir y a entender cómo lo hacía Jesús y verdaderamente pensar en la necesidad de los demás.
Vamos a orar
Amado Dios, cuanto me falta y cuan egoísta he sido con la necesidad de los demás. Hoy te pido perdón y te ruego que me enseñes la compasión, la generosidad y todo lo que necesite para interesarme verdaderamente por los demás. En el nombre de Jesús, amén
MIguel Montes