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Éxodo 20:17 NTV
»No codicies la casa de tu prójimo. No codicies la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su burro, ni ninguna otra cosa que le pertenezca».
Son tantas las cosas que nos llevan a sentir envidia o a ser dobles y en algunos casos a ser falsos; que solo cuando nos miramos en el espejo de Dios, y nos damos a la tarea de comprender las palabras del que murió en la cruz, como lo dice nuestro himno nacional, podemos ver lo que está oculto dentro de nosotros y desciframos las verdaderas intensiones o sentimientos que hay detrás.
Dice el verso que no debemos codiciar ni la casa, ni la esposa, ni el esposo, ni los sirvientes y comodidades que tiene nuestro vecino o esa persona que conocemos, ni ninguna cosa que le pertenezca, pues de eso depende que vivamos una vida libre, al menos de resentimiento, y comparación.
Son muchos los versos escritos en el diario de Dios, que nos dicen que no debemos ser falsos, ni cometer adulterio (Romanos 13:9 NTV), ni asesinato, ni robos, ni codicias, pues cuando lo hacemos nos dejamos de amar a nosotros mismos y a los demás. (Levítico 19:18 NTV) y Todas estas cosas nos llevan a guardar rencor y resentimiento, (Deuteronomio 5:17 NTV)
Vamos a orar
Perdóname Señor, yo te pido que me dejes ver en tu espejo lo que yo no puedo ver, porque está muy dentro de mi y en la mayoría de los casos sale de manera natural y cuando me doy cuenta, esta ahí, la comparación, la envidia, la falsedad y eso que no me gusta de mi mismo. Enséñame Señor a amar como tu la haces y a ser transparente y verdadero en todo lo que haga y sea, en el nombre de Jesús, amen.
Tu Tiempo con el Número Uno. 4a Temporada. 29 Julio. No envidies, no seas falso, ni doble.
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Éxodo 20:17 NTV
»No codicies la casa de tu prójimo. No codicies la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su burro, ni ninguna otra cosa que le pertenezca».
Son tantas las cosas que nos llevan a sentir envidia o a ser dobles y en algunos casos a ser falsos; que solo cuando nos miramos en el espejo de Dios, y nos damos a la tarea de comprender las palabras del que murió en la cruz, como lo dice nuestro himno nacional, podemos ver lo que está oculto dentro de nosotros y desciframos las verdaderas intensiones o sentimientos que hay detrás.
Dice el verso que no debemos codiciar ni la casa, ni la esposa, ni el esposo, ni los sirvientes y comodidades que tiene nuestro vecino o esa persona que conocemos, ni ninguna cosa que le pertenezca, pues de eso depende que vivamos una vida libre, al menos de resentimiento, y comparación.
Son muchos los versos escritos en el diario de Dios, que nos dicen que no debemos ser falsos, ni cometer adulterio (Romanos 13:9 NTV), ni asesinato, ni robos, ni codicias, pues cuando lo hacemos nos dejamos de amar a nosotros mismos y a los demás. (Levítico 19:18 NTV) y Todas estas cosas nos llevan a guardar rencor y resentimiento, (Deuteronomio 5:17 NTV)
Vamos a orar
Perdóname Señor, yo te pido que me dejes ver en tu espejo lo que yo no puedo ver, porque está muy dentro de mi y en la mayoría de los casos sale de manera natural y cuando me doy cuenta, esta ahí, la comparación, la envidia, la falsedad y eso que no me gusta de mi mismo. Enséñame Señor a amar como tu la haces y a ser transparente y verdadero en todo lo que haga y sea, en el nombre de Jesús, amen.
MIguel Montes